El Partido
Democrático Nacional (PDN) es la organización política que unifica a los
venezolanos interesados en la implantación de un régimen auténticamente
democrático, que garantice la libertad de nuestro pueblo y la independencia
nacional de toda intromisión extranjera. El presente programa expresa
exactamente el propósito de llevar a la realidad estos objetivos fundamentales,
sistematizados en reformas e instituciones estrictamente adaptadas a las
posibilidades de nuestro medio y sentidos reclamados por la inmensa mayoría de
nuestros conciudadanos.
En lo económico lucharemos por la más pronta desaparición de la crisis que estanca la vida de la nación y por el desarrollo intensivo y rápido de nuestra producción. Para esto, junto con las medidas inmediatas de supresión de las trabas feudales existentes, de ayuda a la agricultura, a la cría y a la industria, de aumento de capital circulante, buscaremos se ponga en práctica un amplio sistema tendiente a despertar y sostener la iniciativa privada mediante créditos baratos, la protección arancelaria racional ante la invasión del producto extranjero y la aplicación de un sistema tributario que proporcione al Estado las entradas que necesite para llenar a cabalidad la función social que le asignamos. Esto, y el aumento de la capacidad de consumo de la población por obra de una política social honrada y amplia, dará al mercado interior una mayor capacidad adquisitiva sin la cual no será jamás posible el desarrollo de la industria nacional y de la producción campesina. No sólo por lealtad a principios fundamentales de justicia social hacemos nuestra fervorosa proclamación de una política de mejoramiento obrero y campesino, que dé vitalización a todas las fuerzas productoras del país. Reconoce ésta, además, una razón de carácter científico y práctico: que sin tal mejoramiento no se puede crear a la industria y a la agricultura venezolana el mercado interior que les es necesario.
En lo
político nuestra posición queda categóricamente definida por el credo
democrático que sustentamos. Fundándonos en el estado actual de a sociedad
venezolana, que reclama urgentemente un régimen político propicio al libre
desarrollo de todas las actividades económicas y culturales, condenamos de
antemano todo sistema absolutista y autocrático, cualquiera que sea el nombre o
los fines con que pretenda justificarse. Luchamos por la restitución a nuestro pueblo
de su soberanía mediante la elección de sus representantes por el sufragio
universal, y como fase también inmediata la liquidación del gomecismo y la
persecución sin contemplaciones de los vicios y taras políticas que éste nos
lega: peculado, abuso de autoridad, favoritismo, nepotismo, etc. Consideramos
que la libertad no puede fundamentarse sin una enérgica política de respeto a
los derechos ciudadanos que garantiza el credo democrático.
Y cuando decimos que el PDN va a la conquista del poder para realizar un gobierno de tipo democrático, es dándole a este concepto un contenido más profundo del que le asigna el liberalismo clásico. Para nosotros, régimen democrático implica efectividad de las libertades públicas. Pero también, y fundamentalmente, modificación profunda de la organización económica del país y democratización de la estructura de la economía nacional. No concebimos la democracia sino como el régimen gubernativo que a un mismo tiempo permita el libre juego de las fuerzas sociales y quebrante en el campo, mediante la abolición del latifundio, las relaciones feudales de propiedad, intervenga en las ciudades en la producción industrial y el desarrollo del comercio protegiendo decidida y francamente a todas las fuerzas vivas y en especial a los sectores menos beneficiados en la distribución de la riqueza que son los trabajadores manuales e intelectuales. De este concepto preciso y claro que tenemos de lo que es un orden democrático, derivan los capítulos de nuestro programa, en el cual planteamos al lado de las reivindicaciones estrictamente políticas por las que lucha la nación venezolana, las de carácter económico alentadas por las grandes mayorías de nuestra población.
En lo internacional nuestra política será de un nacionalismo revolucionario amplio. Lo que, de una parte, quiere decir lucha realista y consciente contra la sujeción al imperialismo y, de la otra, actitud fraternal de alianza con los pueblos de todas las naciones, especialmente con los pueblos de América. El nacionalismo es para nosotros creación y defensa de la industria nacional; explotación de nuestras cuantiosas riquezas naturales en bien del pueblo venezolano; fomento y difusión de una cultura propia; integración de las fuerzas populares, hoy hambrientas y subyugadas, en una nación civilizada y progresista; organización, en fin, de todas las fuerzas sociales para la defensa de nuestra independencia nacional ante la amenaza imperialista. Por estas razones el nacionalismo significa para nosotros la condenación de toda criminal actitud de provocación con respecto a naciones fronterizas con la nuestra y de toda complacencia traidora para con la política agresiva de las potencias colonizadoras.
En materia confesional, el Partido Democrático Nacional se define por la amplia libertad de conciencia. Sus afiliados podrán profesar ideas religiosas de cualquier credo. En ningún momento y por ninguna circunstancia el Partido intervendrá en estas cuestiones que las considera del fuero interno de sus miembros. Tampoco adoptará actitudes que puedan herir los sentimientos religiosos de la ciudadanía venezolana. Y al mismo tiempo se mantendrá en una firme posición de exigencia al cumplimiento de las disposiciones legales que prohíben al clero, nacional o extranjero, inmiscuirse en las cuestiones políticas de Venezuela.
Y cuando decimos que el PDN va a la conquista del poder para realizar un gobierno de tipo democrático, es dándole a este concepto un contenido más profundo del que le asigna el liberalismo clásico. Para nosotros, régimen democrático implica efectividad de las libertades públicas. Pero también, y fundamentalmente, modificación profunda de la organización económica del país y democratización de la estructura de la economía nacional. No concebimos la democracia sino como el régimen gubernativo que a un mismo tiempo permita el libre juego de las fuerzas sociales y quebrante en el campo, mediante la abolición del latifundio, las relaciones feudales de propiedad, intervenga en las ciudades en la producción industrial y el desarrollo del comercio protegiendo decidida y francamente a todas las fuerzas vivas y en especial a los sectores menos beneficiados en la distribución de la riqueza que son los trabajadores manuales e intelectuales. De este concepto preciso y claro que tenemos de lo que es un orden democrático, derivan los capítulos de nuestro programa, en el cual planteamos al lado de las reivindicaciones estrictamente políticas por las que lucha la nación venezolana, las de carácter económico alentadas por las grandes mayorías de nuestra población.
En lo internacional nuestra política será de un nacionalismo revolucionario amplio. Lo que, de una parte, quiere decir lucha realista y consciente contra la sujeción al imperialismo y, de la otra, actitud fraternal de alianza con los pueblos de todas las naciones, especialmente con los pueblos de América. El nacionalismo es para nosotros creación y defensa de la industria nacional; explotación de nuestras cuantiosas riquezas naturales en bien del pueblo venezolano; fomento y difusión de una cultura propia; integración de las fuerzas populares, hoy hambrientas y subyugadas, en una nación civilizada y progresista; organización, en fin, de todas las fuerzas sociales para la defensa de nuestra independencia nacional ante la amenaza imperialista. Por estas razones el nacionalismo significa para nosotros la condenación de toda criminal actitud de provocación con respecto a naciones fronterizas con la nuestra y de toda complacencia traidora para con la política agresiva de las potencias colonizadoras.
En materia confesional, el Partido Democrático Nacional se define por la amplia libertad de conciencia. Sus afiliados podrán profesar ideas religiosas de cualquier credo. En ningún momento y por ninguna circunstancia el Partido intervendrá en estas cuestiones que las considera del fuero interno de sus miembros. Tampoco adoptará actitudes que puedan herir los sentimientos religiosos de la ciudadanía venezolana. Y al mismo tiempo se mantendrá en una firme posición de exigencia al cumplimiento de las disposiciones legales que prohíben al clero, nacional o extranjero, inmiscuirse en las cuestiones políticas de Venezuela.
Poner en
marcha el organismo económico de Venezuela y, sobre la estructura vitalizada de
la nación, exigir firmemente un amplio régimen de libertad, de justicia social
y de liberación nacional, tal es en pocas palabras el programa de nuestro
Partido. Seguros de traducir lealmente la más general y legítima aspiración de
los venezolanos, hacemos el más cálido llamamiento hacia nuestras filas a todos
los hombres de trabajo, a todos los productores honrados, a los comerciantes e
industriales democráticos, a los profesionales, intelectuales y estudiantes, a
los obreros y empleados, a los campesinos y peones y, en general, a la
ciudadanía consciente, para quien la patria es un deber hondo y sinceramente
sentido y no el término con que se disfrazan inconfesables propósitos de lucro
y dominio.
I. Transformación de Estado autocrático gomecista, en Estado democrático constitucional.
1. Instauración de un régimen de gobierno auténticamente democrático que sea la verdadera expresión de la voluntad de las mayorías populares. Efectividad del principio de nuestro Derecho Público, único que puede servir de base a la ley: “La soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce por medio de los poderes públicos”. Sufragio universal a favor de todos los venezolanos mayores de edad. Derecho a ser elegido para todas las funciones políticas. Establecimiento del mandato revocable y de la representación proporcional tanto para la elección del Congreso como para las Legislaturas y Concejos Municipales.
2. Efectividad de las garantías constitucionales y ampliación de las libertades políticas en un sentido más democrático. Inviolabilidad efectiva de la persona y el hogar. Garantía de la propiedad con las limitaciones y restricciones que la ley estableciere. Libre expresión del pensamiento hablado, escrito y radiodifundido. Libertad de asociación y de organización política y sindical. Libertad de tránsito. Libertad de reunión. Inviolabilidad de la correspondencia.
3. El municipio deberá ser convertido en célula autónoma, básica de la vida política nacional. Sustitución de los jefes civiles por alcaldes elegidos y responsables por ante los concejos municipales.
4. Autonomía efectiva de los estados para la elección de sus poderes públicos. Derogación en las Constituciones Estadales de la facultad para el Ejecutivo Federal de nombrar los Presidentes de Estado.
5. Creación de la Vicepresidencia de la República y de los Estados, cargos no remunerados
6. Independencia completa del poder judicial. Elección del Poder Judicial por el Congreso Nacional y las Asambleas Legislativas, respectivamente.
7. Creación de la carrera administrativa para garantía y resguardo de los intereses de los funcionarios y de la marcha regular de la administración. (La carrera administrativa garantizará además, la libertad política de los funcionarios y empleados de los servicios públicos)
8. La implantación de la democracia debe ser asegurada mediante el sostenimiento de un alto nivel moral y material del Ejército. El ejército debe ser el garante más decidido de la libertad de sufragio, de la constitución y de la integridad nacional. Estricto cumplimiento de la ley de integración y reemplazo del ejército y la armada. Servicio militar obligatorio, para todos los venezolanos varones. Abolición radical de la recluta. Mejoramiento de la condición económica, física y cultural del soldado. Efectiva protección de la oficialidad y creación del montepío a favor de los servidores antiguos. Ascenso por riguroso escalafón. Creación de escuelas de artes y oficios en los cuarteles. Educación democrática del oficial y del soldado.
II. Reconstrucción económica de Venezuela:
Reforma agraria
9. Parcelación de las tierras confiscadas a Juan Vicente Gómez y a todos los reos de peculado y entrega de esas parcelas en usufructo a los campesinos pobres. Creación planificada de colonias agrícolas mixtas de nativos e inmigrantes y de nativos solos, en terrenos adecuados. Creación de cooperativas de producción agrícola y pecuaria y de compra y venta, de productos agrícolas y pecuarios, con el fin de liberar al campesino de los intermediarios usureros y de los acaparadores.
10. Liberación del colono, conuquero o medianero de la servidumbre a que lo someten los grandes propietarioas de la tierra. Moratoria para las deudas e hipotecas de los campesinos medios y pobres. Persecución del pago en fichas, del pago en trabajo personal. Abolición de las deudas que atan a los peones de padres a hijos.
11. Suministro por el Estado a los campesinos pobres de semillas e instrumentos de labranza. En coordinación con el sistema de créditos a la agricultura y a la cría, suministro de créditos a largo plazo y a rata mínima de crédito destinado a la formación de plantaciones de producción tardía; de créditos destinados a gastos ordinarios de explotación; de créditos destinados para la protección del pequeño productor, sea o no dueño de la tierra, para defenderlo de la usura de los prestamistas particulares. Atención prefiere te a las ligas campesinas y a las demás organizaciones de productores rurales.
12. Irrigación planificada de las zonas cultivables. Construcción de diques, represas, pozos artesianos en las regiones carentes de riego natural y drenaje, canalización de ríos y de caños en los terrenos anegadizos. Orientación nacional del plan de carreteras en el sentido de facilitar el acercamiento de la producción agrícola a los centros de consumo y de exportación.
13. Legislación que limite los latifundios y haga realidad su parcelación
14. Aplicación de la técnica a la agricultura; creación por el Estado de escuelas y laboratorios de agronomía; facilitamiento por el Estado de la adquisición por los agricultores, de máquinas y otros elementos de cultivo.
Defensa de las riquezas naturales.
15. Revisión de los títulos de concesiones mineras y anulación de aquellas logradas por cohecho, abuso de poderes o por cualquier otro medio fraudulento, previamente comprobados. Revalidación de los títulos que resultaren de acuerdo con la ley.
16. Creación de impuesto progresivo sobre las utilidades de las compañías explotadoras de nuestras riquezas naturales.
17. Construcción de una refinería nacional de petróleo por el Estado, suficiente para el abastecimiento nacional de los derivados del petróleo; obligación para las compañías petroleras de proveer al Estado de todo el petróleo refinado que el país requiera.
18. Hacer efectivo el cumplimiento de la legislación venezolana en lo que respecta a las empresas, fábricas, etc. establecidas o que se establezcan para explotar las riquezas del país..
Reforma bancaria y fiscal.
19. Reforma del sistema bancario en el sentido de poner su dirección y control en manos del Estado. Creación del Banco Central con privilegio exclusivo de emisión, que regule el cambio, el numerario circulante y las reservas de oro. Creación del Banco de Rescate y Crédito Agricola llamado a financiar la agricultura, y creación de un Banco de Crédito Industrial para proteger y promover la industria.
20. Anulación del convenio del cambio celebrado con las compañias petroleras. Estabilización del bolívar, a un tipo que favorezca la recuperación y desarrollo de la industria nacional. Medidas enérgicas contra la fuga de capitales.
21. Abolición de los impuestos que constituyen cargas onerosas y arbitrarias sobre la población y rebaja a su mínimo justo de todos aquellos que sean indispensables para el desarrollo de los municipios.
22. Creación del impuesto progresivo: sobre la renta que no proviene del trabajo o actividad personal del contribuyente; sobre la renta proveniente de la actividad personal del contribuyente, a partir de un limite de un minimun de vida y con exenciones por cargas de familia, etc.; sobre los capitales estancados; sobre el ausentismo; sobre las tierras injustificadamente mantenidas fuera de explotación, con una tarifa máxima; sobre el aumento de valor de los inmuebles y en especial, sobre el que provenga por razón de obras públicas realizadas en la región; y, sobre las herencias –en las dos líneas- legados y donaciones.
23) Persecución enérgica del peculado y de las obvenciones; promulgación de una legislación rigurosa contra el robo al erario; creación de la Contraloría General de la República con objeto de poner coto al peculado.
24) Efectividad de la garantía para la libertad de la industria y del comercio. Persecución de los monopolios privados. Revisión del arancel en el sentido de proteger la industria y producción nacionales contra la competencia extranjera.
Mejoramiento de los obreros
25) Estricta aplicación de la Ley del Trabajo, especialmente de la jornada máxima de ocho horas; reposo semanal de preferencia los domingos, pagados por los patronos, reconocimiento de los sindicatos por los patronos y aplicación estricta de sanciones a los patronos que despidan a los obreros por haberse organizado. Defensa del obrero petrolero contra la imposición (plan Shaw, etc.). Semana de 44 horas.
26) Igual salario que a los adultos para las mujeres y los jóvenes por trabajo igual, desempeñado en puesto, jornada y condiciones de eficiencia también iguales.
27) Vacaciones anuales remuneradas para los trabajadores manuales, intelectuales y técnicos.
28) Efectividad de la participación de los empleados y obreros en las utilidades líquidas de las empresas o establecimientos.
29) Efectividad de la prohibición de trabajo para los menores de 14 años, conjuntamente con la obligatoriedad de la instrucción hasta esa edad, por medio de sanciones a los patronos que infrinjan esa disposición y por medio de la facilitación por el Estado de los medios técnicos para hacerla viable, especialmente: creación de las escuelas necesarias y provisión de alimentos y útiles de estudio a los niños cuyos padres comprueben estar en paro forzoso, imposibilitados para el trabajo o carentes de recursos; creación de escuelas técnicas para los hijos de los obreros, y agropecuarias para los hijos de los campesinos; creación de escuelas Superiores Técnicas para los obreros y campesinos.
III. Educación, Sanidad y Reforma en la Legislación
30) Difusión de la cultura entre las masas populares del país. Lucha radical contra el analfabetismo. Creación y generalización de las escuelas rurales y de misiones laicas que habiliten al campesino y al indígena para la producción y la vida.
31) Organización y modernización de la instrucción secundaría. Reforma de la Universidad, reconociendo la docencia libre y la autonomía universitaria. Fomento de la cultura artística, científica y técnica.
32) Formación del personal docente técnicamente preparado. Formación de especialidades. Creación de la carrera del Magisterio. Inamovilidad. Remuneración equitativa del maestro. Jubilación.
33) Saneamiento del territorio de la República según un plan elaborado científicamente. Campañas contras las principales endemias: paludismo, tuberculosis, etc. Educación sanitaria de nuestro pueblo. Asistencia a la vejez, a la mujer embarazada y al niño. Dispensarios, hospitales y jardines para la infancia. Campaña contra el alcoholismo. Elevación del impuesto sobre las bebidas alcohólicas y reglamentación del expendio de éstas. Campaña contra la prostitución. Educación antivenérea de los adultos. Dispensarios antivenéreos.
34) Reformas de los Códigos Civil, Mercantil y Penal y de los de Procedimiento. Reforma del régimen penitenciario. Creación de Tribunales para menores. Preventorios para menores. Creación de la Dirección General de Prisiones con funcionarios especializados.
IV. Incorporación de los indígenas a la República
35) Restitución a los indígenas de las tierras de qué han sido despojados; persecución y castigo para los que, validos de la ignorancia y debilidad de los indígenas, han abusado de ellos en sus vidas, libertades y propiedades.
36) Desarrollo por el Estado de una campaña de acercamiento basada en el respeto de sus religiones, y encaminada a ayudarlos a incorporarse a la vida progresista de la nación, y a mantener pacíficas y frecuentes relaciones comerciales con el resto del país.
Caracas, 28 de octubre de 1936.
PARTIDO DEMOCRATICO NACIONAL
Fuente.-
Documentos para la historia de Acción Democrática 1936-1941. Compilación: José Agustín Catalá. Ediciones Centauro. Caracas Venezuela 1981.
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