Se de la existencia de Ricardo Römer desde hace muchos años, porque
contrajo nupcias con una de mis más queridas condiscípulas de la
Universidad, Yoli Bilbao, pero al leer su artículo del pasado viernes,
me he dado cuenta que nos conocemos poco; al menos, ahora sé que él no
sabe cómo pienso y yo me entero de lo que no tenía la menor idea: que se
dedicaba al análisis político. Aunque celebro que un artículo mío le
haya disgustado tanto al Sr. Römer, que nos permitió el privilegio de
conocer su pluma, que por cierto la utiliza bien, aunque esté totalmente
equivocado.
Vamos al grano. El Sr. Römer hace un análisis que me confunde, porque
observo contradicciones de fondo en alguien que estoy seguro no milita
en la izquierda, pues eso de repetir en varias ocasiones que Venezuela
es un “petroestado capitalista, corrupto y tiránico desde hace 5
lustros” me parece que confunde la gimnasia con la magnesia y emparenta a
los gobiernos democráticos con esta “revolución” como si fuesen la
misma y única cosa.