Juro que es la primera
vez que le digo esto a un hombre y, lo peor, ¡a uno tan feo!, pero… ¡no aguanto
más! Hoy salgo del clóset gritando y por la calle del medio: ¡Te amo, Ramos
Allup! ¡Te amo!
Ojo, esto no es un
ataque de mariquera senil. No. Se trata de que Ramos Allup es el propio, se ha
convertido en una especie de demonio de Tazmania que ataca a los diablos rojos.
Yo sé que en ambas
partes esto va a traer cola, pero ya es hora de que todos los venezolanos
digamos las cosas claras y sin miedo.
―Mira chico… tú aquí no
mandas. ¡Así que respeta! ¡Tú no me vas a callar!
Fue tan contundente que
tuvieron que dejarlo decir lo que tenía que decir, incluso se tomó más tiempo
de lo pautado y no permitió que lo cortaran. Al día siguiente, todo el mundo
comentaba lo sucedido. Henry se había convertido en una especie de Robin Hood
que le grita a los poderosos, para vengar a los oprimidos que no pueden ir a
Miraflores a decir verdades incómodas al presidente.
Vamos a hablar claro.
Ramos Allup no le cae simpático a todo el mundo, pero como el amor es ciego, yo
lo amo. Él tiene cara y actitud de tipo arrecho que no se deja pisotear y ese
es su secreto: su arrechera es auténtica. Ramos Allup es, quizás, uno de los
mejores oradores que ha tenido Venezuela, a veces, me recuerda a Jóvito
Villalba.
No quiero que piensen
que estoy aupando una posible candidatura de Henry Ramos, que de paso tampoco
él quiere. La verdad, a mí no me gustaría verlo en Miraflores, a menos que sea
como vengador, zumbando pescozones y mordiendo a los malos.
Lo irónico de mi enamoramiento,
hasta el momento platónico, es que hace mil años, cuando yo era comunista,
Ramos Allup era el diablo que yo combatía. Ahora, cuando están los comunistas
en el poder, él sigue siendo el diablo, pero es el diablo que necesitamos para
que entre en el infierno a castigar con la paila hirviente de su verbo a estos
Luciferes que nos desgobiernan.
Me arrepiento de haber
combatido tanto tiempo a los adecos y copeyanos porque, aunque nos duela… ¡con
ellos se vivía mejor! Imagínense, en esa época, hasta quienes éramos
comunistas, teníamos papel tualé en nuestra casa.
Los diablos malos,
histéricos, dicen: ¡No volverán… no volverán…! Yo les digo: estamos volviendo
porque el pueblo nos está llamando.
Mientras, enamorado,
grito: ¡Ramos Allup, te amo!
Fuente:
http://acciondemocratica.org.ve/adport/claudio-nazoa-ramos-allup-te-amo/#sthash.2QvEdgyr.dpuf
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