Acción
Democrática impulsa firmemente la instauración del movimiento obrero organizado
en Venezuela y le da fuerza legal a los sindicatos, aportándoles instrumentos
efectivos para la lucha gremial en el marco democrático del país.
Los
antecedentes históricos del obrerismo se sitúan en 1896, donde un grupo de
asociaciones, más bien artesanales, convocan un Congreso Obrero el cual se instala
el 28 de octubre bajo la presidencia de Alberto González Briceño, siendo
secretario Leopoldo Torres Abandero. Su temario abarcaba una variedad de puntos
como «...determinar la manera real de
propagar la instrucción popular...», o estudiar «...la necesidad de establecer las sociedades cooperativas...» en
Venezuela, al mismo tiempo que auspiciaba la formulación de un «...reglamento para la unión de las sociedades
benéficas de esta ciudad [Caracas] con
el fin de fomentar la economía entre las clases obreras...» Además de este
programa de carácter gremialista, el Congreso Obrero de 1896 señalaba la
necesidad de fundar un partido obrero, como expresión política de las
reivindicaciones propuestas.
Este
ensayo no prosperó, quedando como un hecho de interés para la historia tanto en
cuanto ya, desde finales del siglo XIX, existía en Venezuela personas
preocupadas por la organización de sindicatos.
El
año de 1936, tras el fallecimiento de Juan Vicente Gómez, se abren tímidamente
ciertas compuertas que permiten formas organizativas más estructuradas. El 6 de
diciembre de 1936 en el teatro Bolívar de Caracas, se realiza el I Congreso de Trabajadores
de Venezuela, organizado fundamentalmente por activistas de Acción Democrática
y el Partido Comunista de Venezuela. Asistieron 219 delegados en representación
de 94 sindicatos, los cuales agrupaban a 50.652 trabajadores, quedando la
directiva del Congreso conformada por Jesús Mata Guerra, Efraín Rovira, Jesús
Gómez Barbieri y Alejandro Oropeza Castillo. El 31 de diciembre, se aprobó la creación
de la Confederación Venezolana del Trabajo (CVT), presidida por Alejandro
Oropeza Castillo con un comité nacional integrado por Jesús Gómez Barbieri,
Augusto Malavé Villalba, Luis Hernández Solís y Luis Ruiz. Esta iba a durar
poco, ya que en febrero de 1937 el gobierno del presidente López Contreras
disolvió los partidos políticos de izquierda y expulsó del país a 47 ciudadanos
entre los cuales estaban la mayoría de la directiva de la recién creada CVT. En 1944 grupos sindicales convocaron una
Convención Sindical Nacional a celebrarse en el Nuevo Circo de Caracas el 22 de
marzo de ese año. La convención contó con la asistencia de 370 delegados en
representación de 150 sindicatos. Igual que en tiempos del lopecismo, el
gobierno de Isaias Medina Angarita, publica el 24 de marzo en la Gaceta Oficial
una resolución ejecutiva en la que se disolvía la Confederación Venezolana de
Trabajadores y se declaraba ilegal a 91 sindicatos y federaciones de
trabajadores.
Tras
el triunfo de la Revolución de Octubre de 1945, Acción Democrática impulsa la
convocatoria del II Congreso Sindical Nacional, instalándose el 14 de noviembre
de 1947 en el teatro Nacional de Caracas; estaban representadas en este
congreso 15 federaciones regionales y 7 profesionales. El Congreso decide
reconstituir la CVT, bajo el nuevo nombre Confederación de Trabajadores de
Venezuela (CTV) y cuyo Comité Ejecutivo lo conformaron en su totalidad militantes
de Acción Democrática: Bernardo Pérez Salinas, Augusto Malavé Villalba, Juan
Herrera, Francisco Olivo, Luis Hurtado Higueras y Ramón Quijada.
Poco dura esta experiencia de libertad
El
gobierno militar que había derrocado al presidente Rómulo Gallegos prohibió en
1948 las asambleas sindicales. El movimiento sindical, en respuesta, convocó en
febrero de 1949 a una huelga general de carácter indefinido. La Junta Militar
disolvió entonces la CTV, así como 24 federaciones regionales de acuerdo con el
decreto núm. 56 de fecha 25 de febrero de 1949. El último gran enfrentamiento
entre las organizaciones sindicales y el gobierno militar fue la huelga
petrolera de 1950, la cual fue duramente reprimida por el gobierno; un decreto
del Consejo de Ministros de fecha 8 de mayo declaró disueltos 35 sindicatos, 9
uniones, una asociación y la central sindical.
1958: renace la libertad sindical
El
movimiento sindical se reconstituye en Venezuela a partir del 23 de enero de
1958. El III Congreso de la CTV se instaló el 13 de noviembre de 1959 y sesionó
en Los Caracas, con la asistencia de 900 delegados en representación de 59.761
obreros cotizantes según cifras oficiales, organizados en 9 federaciones
nacionales y 22 regionales, que agrupaban 685 sindicatos urbanos y 1.250
organizaciones campesinas.
La correlación
de fuerzas a lo interno del congreso arrojaba un neto balance a favor de Acción
Democrática con 470 delegados (52,2%), frente a 210 (23,3%) del PCV, 130
(14,5%) del Partido Socialcristiano COPEI y 90 (10%) de Unión Republicana
Democrática (URD). El congreso resolvió organizar nuevamente la CTV y aprobó
una extensa declaración de principios que sirvió de base política para su
actuación futura.
Las
contradicciones entre el PCV, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR),
por una parte, y los partidos Acción Democrática y COPEI, por la otra, se
habían intensificado con motivo de la línea de lucha armada asumida por los
primeros, por lo que los miembros socialcristianos y adecos, del Comité
Ejecutivo decidieron, el 18 de diciembre de 1960, pasar a tribunal
disciplinario a todos los directivos de la izquierda y convocar para enero de 1961
un congreso extraordinario de la CTV. El evento contó con la asistencia de
195 delegados de Acción Democrática y 85 de Copei y se acordó una doble
afiliación internacional, correspondiente por una parte, a la Oficina Regional
Interamericana del Trabajo (ORIT) de la Confederación Internacional de
Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) y a la Confederación Latinoamericana
de Sindicatos Libres (CLASL) del CIOSL por la otra, aunque en realidad sólo se
hizo efectiva la afiliación a la primera de estas organizaciones regionales,
además de la afiliación a la CIOSL.
La defensa de la democracia
Las
discusiones del Congreso giraron en torno al afianzamiento de la democracia en
Venezuela y a la estrategia para enfrentar a la izquierda. El Comité Ejecutivo
allí designado se integró exclusivamente por afiliados a los partidos AD y
COPEI, con lo cual se puso en evidencia la división del movimiento sindical
venezolano.
La
creación del Banco de los Trabajadores (BTV) en 1968, marcó un hito en la
evolución de la CTV. En el VIII Congreso
de Trabajadores (1980), la máxima central obrera del país, dando un giro a sus
tradicionales posturas, se pronuncia por un nuevo modelo para la economía del
país y en el otro documento central, el de cogestión, se plantea tal tesis como
su objetivo a corto plazo.
El IX Congreso
Se
instala en Caracas, el 20 de mayo de 1985, el IX Congreso de la CTV. Asistieron
1.549 delegados de los cuales, 920 (60%) eran de AD, 315 de COPEI, 148 del
Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), 60 de Unión Republicana Democrática
(URD), 16 del Movimiento Al Socialismo (MAS), 8 del MIR, 7 del PCV y 35
independientes y de otras pequeñas organizaciones, que representaban a 23
federaciones regionales y 27 nacionales. Al igual que en el congreso anterior,
el tema de la cogestión dominó el debate sobre la reorganización de la economía
donde jugaron un papel fundamental los diagnósticos y medidas sobre el empleo y
salarios de los trabajadores. En el aspecto organizativo interno, la política
de sindicatos nacionales por rama e industria no logró el consenso necesario.
Conclusión
La
CTV, ha continuado su tránsito enredada en numerosas dificultades, siendo un
reflejo agravado de la crisis que vive el sistema político venezolano desde
finales del siglo XX y lo transcurrido del XXI, mientras Acción Democrática
sostiene en su ideario los principios de libertad sindical y el apoyo a la
clase obrera como sector fundamental para el desarrollo del país.
Diccionario de Historia de Venezuela de la Fundación Polar
No hay comentarios:
Publicar un comentario