lunes, 10 de noviembre de 2014

Rafael Martínez Nestares: Diálogo y Elecciones



El triunfo electoral de Dilma Rousseff, tras su reelección, sin mayoría parlamentaria. La reelección de Evo Morales y la segunda vuelta en Uruguay, con modificaciones significativas de la conformación parlamentaria, explican cómo la situación país, las ejecutorias de gobierno y la percepción e impacto de las políticas públicas inciden definitivamente en los resultados electorales.

2015 será un año de encuentro electoral en Venezuela. Un encuentro decisivo para la introducción de cambios en las políticas gubernamentales; para escuchar necesariamente la voz del pueblo por vía de sus representantes legítimos.

El diálogo va a venir. Está a la vista. No es una amenaza ni el resultado de la consulta a alguna “tuitera vidente”.

El diálogo va a venir pues la sociedad aspira a un reencuentro. Más del 79% de nuestros compatriotas estiman que es indispensable el diálogo Gobierno-Unidad Democrática. Personeros de la iglesia Católica en Venezuela, así como el propio papa Francisco, han abogado por un acercamiento en beneficio de la colectividad nacional.

Los controles de precios, medida antigua que sobrevino en escasez de productos y desabastecimiento ya fue probada antaño cuando el Gobierno imponía a los productores el precio de venta al público (PVP). Los “médium” del régimen copiaron esta fracasada medida y crearon “los precios justos”… disparate de la revolución que, sumado al incremento salarial del 45% a todos los miembros de la FANB, está siendo evaluado y sopesado por los millones de mujeres y hombres de a pie, sin color político, quienes reciben el impacto irreverente de medidas económicas desacertadas que, a la larga, tendrá un altísimo costo político para el régimen: la “factura electoral”.

Desde el punto de vista práctico, se está jugando al populismo. La declaratoria de los 90 días de salarios de aguinaldos al sector público constituye un paño caliente por enmendar la caída abrupta del poder adquisitivo de “todos los venezolanos”, no solo de los funcionarios o los miembros de las FANB. Quizá se busca “mantener adheridos” al régimen a sus “creídos afectos”. Por la plata baila el mono, decían nuestras abuelas. Es decir, a todos nos agrada percibir algo más de dinero. Pero tampoco podemos “comer y beber que mañana moriremos” (1 Cor. 15, 32) como expresaba el apóstol Pablo, ante la sociedad insensata de su tiempo. Es obligación grave del Estado venezolano velar y preservar el futuro de todos. Para ello se le pide acierto en su ejecutoria y honestidad en el manejo de la cosa pública.

Algunos funcionarios con su distendido estilo de vida, con sus gastos en protección ante la situación de inseguridad que vive el común, parecieran creer que el poder es eterno… sin percatarse que todo lo que inicia, acaba. Véanse en el resultado de las parlamentarias de Brasil, a pesar de la importante ejecutoria de Rousseff, por poner un ejemplo.

Las democracias son instituciones para oírnos. Solo el poder de facto y el totalitarismo dejan a un lado al ciudadano para convertirlo en un sujeto afecto o enemigo del régimen. Es hora de hablar entre las partes para reencontrar el país próspero y cordial que hemos perdido. En 2015 hablaran los votos… ¡tendremos la palabra!
@rafaelmartinezn
@proyecto_pais
Tomado de: -http://acciondemocratica.org.ve/adport/rafael-martinez-nestares-dialogo-y-elecciones/#sthash.cxGJWypO.dpuf

No hay comentarios:

Publicar un comentario