Rómulo Betancourt en Caracas durante una manifestación pública en 1936. |
En febrero de 1928 la
Federación de Estudiantes, presidida por Raúl Leoni, organiza la celebración de
la Semana del Estudiante, que tenía como objetivo original crear fondos para la
construcción de la Casa del Estudiante, pero que paulatinamente tomó el
carácter de una protesta contra la dictadura gomecista, que terminó en el
encarcelamiento de Betancourt y del grupo de dirigentes universitarios en el
Cuartel El Cuño, posteriormente trasladado al Castillo Libertador de Puerto
Cabello. Prisioneros en un calabozo oscuro sin ventanas, donde fueron forzados
a usar grillos (cadenas) en sus pies y sometidos a crueles condiciones bajo las
cuales Betancourt cumplió sus 20 años de edad.
Esta prisión duró sólo pocos
días debido a los buenos oficios de ciudadanos quienes abogaron por la libertad
del grupo de estudiantes. Una vez en libertad, el 7 de abril Betancourt
participó nuevamente en un movimiento insurreccional contra la dictadura, esto
trajo como consecuencia la persecución policial, el exilio de opositores y el
cierre de la Universidad Central de Venezuela.
Betancourt se mantuvo dos
meses bajo la clandestinidad, el 6 de junio decide escapar hacia la isla de Curazao.
Dedica mucho de su tiempo al estudio de la historia latinoamericana, de las
fuentes del pensamiento socialista y al conocimiento de las obras relacionadas
con la penetración imperialista en los países latinoamericanos. Allí también
decide formalizar su militancia en el Partido Revolucionario Democrático (PRD),
una organización marxista de izquierda radical. Luego de 4 meses se separa del
partido, después de haber sido criticado de comunista.
En 1929 visita Colombia, Costa
Rica, Panamá, República Dominicana y Trinidad en busca de formar una coalición
conspirativa de invasiones armadas con los viejos militares en el exilio para
derrocar la dictadura de Gómez, así como buscar financiamiento económico en
dichos países.
En República Dominicana se
unió a un grupo de caudillos exiliados que pretendían viajar a la isla de La
Blanquilla, con el fin de sumarse a la expedición que a bordo del crucero Falke
liderado por Román Delgado Chalbaud intentaba invadir el país y derrocar a
Gómez. Pero Betancourt embarca en un buque de nombre La Gisela, que zozobró
antes de alcanzar la meta y salva, quizás, a sus tripulantes, del destino que
corrieron los que lograron llegar a Cumaná: la cárcel o la muerte. Tras el
fracaso del movimiento insurreccional, viaja a Costa Rica, donde conoce a la
que será su futura esposa, Carmen Valverde.
En 1930, participa en Barranquilla,
bajo la influencia del pensador mexicano José Vasconcelos, de visita en la
ciudad, y ante la proximidad del primer centenario de la muerte del Libertador Simón
Bolívar, junto a Raúl Leoni, Valmore Rodríguez e inquietos intelectuales
colombianos como el dramaturgo Luis Enrique Osorio, participa en la creación de
la Alianza Unionista de la Gran Colombia. Viaja a Perú y Bolivia donde
fortalece vínculos con el Partido Aprista fundado por Víctor Raul Haya de la
Torre.
En 1931 funda en Barranquilla
la Alianza Revolucionaria de Izquierdas (ARDI), partido que el mismo Betancourt
describió como izquierdista y socialista. En ese momento también confronta a
los grupos marxistas-leninistas formados por los desterrados venezolanos en México
y La Habana, al sostener que:
La revolución contra el
gomecismo no puede basarse en la obra exclusiva de la clase obrera, sino a una
alianza de clases.
El mismo año, redacta el
llamado Plan de Barranquilla, suscrito por exiliados de diversos matices de la
nueva izquierda y que consistía fundamentalmente en el análisis de la situación
venezolana bajo la óptica de la dialéctica marxista. Durante todo su destierro
Betancourt no dejó de denunciar ante los gobiernos latinoamericanos, el
carácter opresivo y dictatorial del gobierno venezolano.
A partir de 1931 hasta 1935
comienza una etapa de radicalización ideológica del biografiado. En abril de
ese año se radica en Costa Rica, donde vivirá alrededor de 4 años. Allí se hace
profesor de la Universidad Popular y milita en el Partido Comunista
Costarricense, también se hace director del diario del partido, Trabajo. Esta inserción en el comunismo
le es preocupante a sus compañeros de ARDI, partido del cual él se había
distanciado.
Betancourt había decidido
quedarse en Costa Rica hasta su regreso a Venezuela, y así fue, pues tenía una
gran simpatía con el gobierno liberal costarricense y donde ayuda a fundar el Partido
Comunista. Sin embargo, en 1933 el gobierno de Costa Rica emite una orden de
expulsión de Betancourt del país al ser fichado de comunista. Betancourt no
acató la orden y vivió en la clandestinidad en ese país por el resto de su
estadía.
En 1934 contrae nupcias con
Carmen Valverde, de cuya unión nacerá su única hija Virginia Betancourt.
Rómulo Betancourt regresa al
país el 5 de enero de 1936 luego de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez.
Regreso
a Venezuela
En su llegada a Caracas se
incorpora de inmediato en la actividad política. El Congreso ya había designado
al general Eleazar López Contreras como Presidente provisional y luego
ratificado como presidente constitucional. Si bien es cierto que López abrió un
camino para la modernización de la situación política venezolana, y que además
inició un régimen más democrático en el país, no le faltó recurrir en varias
oportunidades a acciones autoritarias, y perseguir a sus más fuertes
opositores.
En su llegada Betancourt
ofrece una entrevista en la que dice que la oposición de izquierda democrática
debía:
Crear un partido político de
orientación democrática y de raigambre popular, para encauzar las dinámicas
populares dentro de normas de acción disciplinada.
Luego de haber incursionado
con los comunistas venezolanos organizados en la clandestinidad, se adhiere al
naciente Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), fundado por Alberto
Adriani y Mariano Picón Salas. Se constituyó como Secretario General de ese
movimiento político. Por otra parte los simpatizantes del marxismo formaron el
Partido Republicano Progresista (PRP), el cual los orvistas calificaban de extremista.
En abril de ese año, los
izquierdistas decidieron conformar un bloque unido, el Bloque de Abril, el cual
los orvistas apoyaron. El objetivo del frente era hacer que el Congreso de la
República eligiera definitivamente a López Contreras como Presidente
constitucional, del cual ORVE no era partidario, sino una oposición
constructiva y democrática. Pero veían como prioritario el seguimiento del hilo
constitucional. Una vez legitimado López Contreras, este comienza la represión
contra la oposición. Betancourt se arrepintió del acto del cual nunca estuvo
plenamente confiado y asumió las culpas de haber apoyado esa decisión.
En junio del mismo año
comenzó una huelga contra la aprobación por parte del Congreso de una ley de
Orden Público, Betancourt participa en ella y es hecho preso por 15 días.
Para fines del año 1936, el
Gobernador del Distrito Federal, Elbano Mibelli, revoca el permiso de
funcionamiento de los partidos ORVE y PRP, por promover la huelga.
Luego de intentos fallidos
de apelación ante la Corte Federal y de Casación, los dirigentes políticos de
las mencionadas agrupaciones partidistas, deciden formar un frente único que
agrupara a ORVE, PRP y al Bloque Nacional Democrático (BND) del Zulia, lo que
se denominó Partido Democrático Nacional (PDN), un frente de izquierda
democrática no lopecista. Betancourt resultó electo como Secretario de
organización del partido. El gobierno impidió la legalización también de este
último.
En marzo de 1937 el gobierno
revoca definitivamente el permiso del PDN y emite inmediatamente la orden de
expulsión de Betancourt y de otros 46 opositores del país, pero éste optó por
la clandestinidad nuevamente, inclusive asumió otra identidad. La excusa del
gobierno era que Betancourt era comunista. En los siguientes dos años y medio
Betancourt establece la re-organización clandestina del PDN y asume el cargo de
Secretario General de esa organización, luego de haber sido Jóvito Villalba
desterrado del país. La principal tarea de Betancourt era ejecutar un plan
masivo de recolección de nuevos militantes en todo el país, hecho que logró,
pues en dos años ya el PDN se había consolidado como una de las más importantes
fuerzas políticas del país.
El 20 de octubre de 1939 la
policía lo apresa y es desterrado a Chile.
Segundo
exilio
En Chile Betancourt vivió su
segundo exilio, que duró menos de un año y medio. Allí gobernaba un presidente
simpatizante del biografiado, Pedro Aguirre Cerda. En el país austral
intensifica su producción de artículos de análisis y publicaciones acerca de la
situación venezolana, también comienza en sus escritos un período de reflexión
por la situación americana y mundial, ante la constante expansión del fascismo
de Benito Mussolini y Adolf Hitler, de la cual Betancourt sostuvo la tesis de
la unión latinoamericana e interamericana de fuerzas, en caso de alguna amenaza
de invasión nazi en el continente americano.
Aún en el extranjero,
Betancourt siguió constituyendo las directrices que seguían los representantes
del partido pedenista en Venezuela. Fueron varias las cartas enviadas por él al
presidente López, en las que apelaba a la decisión de no legalizar el partido,
así donde ratifica su condición de demócrata de izquierda moderada, no
comunista. En una carta a López Contreras, le dice enfáticamente:
Señor
Presidente: le escribo solicitando de su gobierno la visación de mi pasaporte,
para regresar legalmente a Venezuela lo más pronto que me sea posible. No creo
ni siquiera necesario insistir en cuál es mi posición ideológica. Usted la
conoce desde hace tiempo, y sabe que nada, absolutamente nada, me liga a la
Internacional Comunista, ni al llamado Partido Comunista de Venezuela. Tengo
una confesa y definida posición democrática, que no colida con el espíritu ni
con la letra de nuestra Carta Constitucional.
Rómulo Betancourt
Nunca faltó el momento en el
que no dejara de promocionar la doctrina de izquierda democrática
integracionista del PDN. En diciembre de ese año pronuncia su discurso de
visión de unión latinoamericana en el Teatro Caupolicán de Santiago de Chile.
Seguido de esto, dictó varias conferencias en la Universidad de Chile y otras
cumbres de partidos socialistas. Allí también establece vínculos con dirigentes
del Partido Socialista Chileno, entre quienes figuraban Óscar Schnake, Salvador
Allende y el derechista Arturo Alessandri. De esta manera Betancourt logró
fijarse como una personalidad prestigiosa y respetada dentro de la izquierda
latinoamericana.
Tras abandonar ese país en
enero de 1941, los socialistas chilenos le rinden un homenaje de despedida.
Pero antes de regresar a su país, permanece un mes entre Argentina y Uruguay, a
fin de dictar unas conferencias en la Universidad de La Plata y la Universidad
de Concepción, también recibe homenajes en ambos países.
Segundo
regreso a Venezuela
El 5 de febrero llega a
Venezuela, en los meses finales del gobierno de López Contreras y habiéndose
cumplido el término de su expulsión. Promovió de inmediato la candidatura
simbólica de Rómulo Gallegos con el fin de oponerla al oficialismo representado
por Isaías Medina Angarita, que resultó electo por el Congreso en mayo del
mismo año.
El 8 de marzo muere su
padre, Luis Betancourt, en una carta que Rómulo le enviara a un cercano amigo
le dice:
La
muerte del viejo ha sido un golpe duro (...) Hay cierto acento de remordimiento
en mi tristeza. El viejo ambicionó que yo fuera abogado y realizara en la vida
todo cuanto él había soñado. Escogí este áspero camino, que ya es definitivo en
mi vida. Y de paso lo sacrifiqué a él. (...) Nunca pude darle la satisfacción
de comodidades materiales y por las preocupaciones que se me han hecho sufrió
tanto. La única compensación que tuvo fue la de verme con una línea clara y
recta de honradez personal y pública, traduciendo a hechos las normas de
conducta que me enseñó siempre. Vivo de trabajos y preocupaciones. De un lado
haciendo frente a una serie de compromisos económicos, difícil de afrontar para
quién, por su posición política, no tiene facilidades de operar en un medio
como éste, donde la gente teme tanto malquistarse con el gobierno. Del otro
lado, el trabajo político, que en la oposición descansa sobre los hombros de
muy pocos.
Rómulo Betancourt
Por otra parte, ante la
congelación de respuesta alguna de parte del gobierno para la legalización del
PDN, la dirigencia del partido decide conformar un nuevo partido democrático,
se decide bautizarlo como Acción Democrática, y legalizado en junio del mismo
año. Tras la apertura de funcionamiento pleno de los partidos políticos,
Betancourt accede al cargo de Secretario General del llamado Partido Blanco. El
nuevo partido fue descrito por Betancourt como democrático, policlasista,
nacionalista, integrador, americanista y antiimperialista.
En el resto del gobierno
medinista AD y Betancourt mantuvieron una posición moderada, pero firme ante
algunos aspectos políticos y económicos que consideraban urgentes modificar,
entre ellos, la diversificación de la producción nacional; la obligación a las
compañías transnacionales explotadoras del petróleo venezolano a pagar una suma
mucho mayor de dinero al estado venezolano, como indemnización a la actividad
que realizaban desde la dictadura de Gómez en una suma mínima y no suficiente
de dinero y la constitución de elecciones libres para el Presidente.
En 1944 Betancourt es electo
Concejal por la Parroquia San Agustín de Caracas.
Para 1945 ya Acción
Democrática se había convertido en la primera fuerza política opositora en el
país. Comenzó la profundización de su doctrina desde el campo hasta la ciudad,
el campesinado venezolano era el bastión más fuerte del partido. Las peticiones
realizadas por la oposición de legalizar las elecciones libres no fueron
escuchadas por el gobierno, lo que terminó en una insurrección en la que se
involucró Betancourt, que logró derrocar al gobierno medinista el 18 de octubre
de 1945.
Basado en artìculos de Wikipedia
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