domingo, 28 de junio de 2015

Henry Ramos Allup: “El costo de la represión”



El Secretario General Nacional de AD, Henry Ramos Allup, advierte que no debemos distraernos de los grandes problemas nacionales (desabastecimiento, alto costo de la vida, inseguridad, etc.) en los cuales el Gobierno tiene todas las de perder.
Hace unos cuantos meses, en una sesión de trabajo promovida por la MUD con un grupo de especialistas en diversas áreas para analizar los posibles escenarios que en todos los ámbitos podían presentarse en el corto y mediano plazo, abordamos el tema de la represión gubernamental en sus distintas modalidades.
A propósito de ella, hubo una intervención del profesor Benigno Alarcón que puede sintetizarse así: la represión del Gobierno continuará en la misma medida en que el costo político que deba pagar por ella sea menor que los beneficios políticos que pueda obtener con dicha represión. De consiguiente, la represión aminorará o desaparecerá en la medida en que el Gobierno tenga que pagar por ella un costo político superior a los logros que derive de ella. La tesis de Alarcón en materia de represión gubernamental se ha producido axiomáticamente, yo diría que en el último año y medio. La represión física ha disminuido, sin duda, porque también han disminuido o desaparecido las agotadoras y para mí poco fructuosas manifestaciones de calle, si nos atenemos a lo que dicen todas las encuestas: cuando hubo manifestaciones el Gobierno mejoró mucho a pesar de haberlas reprimido brutalmente, y la oposición bajó en la misma medida. Cuando cesaron, el Gobierno, agobiado por su desastre económico, se desplomó en caída libre y la oposición mejoró notablemente en las preferencias aunque no capitalizó la totalidad del derrumbe del Gobierno.
Si bien ha disminuido la represión militar y policial contra las manifestaciones, es porque éstas se han reducido en número e intensidad. En cambio, han aumentado otras modalidades represivas para amedrentar, intimidar e inhibir a los sectores opositores e incluso a los mismos copartidarios del régimen: medidas judiciales diversas, criminalización de las protestas, inhabilitaciones políticas, abusos institucionales incluidos los de carácter electoral, ventajismo oficialista, acción de grupos violentos, persecución contra medios de comunicación y comunicadores sociales y pare de contar.
El sustrato intrínseco de la tesis Alarcón sobre la represión gubernamental, puede aplicarse perfectamente más allá de ese ámbito a todas las acciones de la oposición y emprenderse únicamente aquellas cuyo costo, cual sea, en todo caso resulte menor a los beneficios que puedan obtenerse y, en su opuesto, no intentar jamás, nunca, bajo ninguna motivación o pretexto, acciones cuyo costo sea superior a los propósitos colectivos (recalco colectivos) que puedan lograrse con ellas.
Como “corolario de estas reflexiones, ya todos convencidos de que el camino electoral asumido es el prioritario y más cercano, cuando hasta hace poco algunos sostenían que era el más ignoto e improbable, debemos hacer otras precisiones: no caer en la trampa del Gobierno de zambullirnos en el debate político y en temas conexos que no interesan casi nada o nada a la inmensa mayoría de los venezolanos; sólo el desabastecimiento, el costo de la vida, la inseguridad y otros problemas económicos copan el interés de la gente. Nada más. Salimos de esa agenda y de ese ámbito donde el Gobierno las pierde todas, para caer en un escenario donde el oficialismo tiene margen de pataleo, es favorecer sus estrategias. Que ningún delirante en la oposición haga el papel de tonto útil o inútil. Ah, y respaldar la tarjeta única de la MUD. No hacerlo no tiene explicación.
Fuente: http://acciondemocratica.org.ve/adport/henry-ramos-allup-el-costo-de-la-represion/#sthash.fd1yzQOu.dpuf

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