El embalse Guri está
ubicado en el Estado Bolívar, es el reservorio de agua más grande de Venezuela
y produce aproximadamente el 36% la electricidad del país. Hoy en día nos
parece redundante hablar de esta obra, pero es importante y hasta necesario
recordarlo en un momento en la cual los responsables del actual régimen
pretenden cambiar la historia con el fin doble de estigmatizar negativamente la
labor de la democracia y colocar como “héroes” con sensibilidad social a los
actuales usufructuarios del poder.
La historia del Guri comienza con el Plan de
Electrificación Nacional de 1947, siendo Rómulo Betancourt presidente de la
Junta Revolucionaria de Gobierno, el primero de esa índole en Venezuela. Ese
plan sirvió de base para el desarrollo eléctrico de nuestro país y fue
elaborado con mucha visión de futuro y amor a la patria por los mejores
profesionales en ese campo, quienes previeron varios de los embalses que hoy en
día nos permiten tener luz eléctrica y otros que aun no han sido construidos.
Se debió esperar al 8 de agosto de 1963, bajo la gestión constitucional del
presidente Rómulo Betancourt, para firmar el contrato de la construcción del
Guri. Las labores comenzaron y se mantuvieron ininterrumpidamente durante 23
años. El 8 de noviembre de 1968, en el período constitucional del presidente
Raúl Leoni, se puso en servicio parcialmente la presa. La primera
administración del presidente Rafael Caldera siguió las obras y luego vino el
primer mandato del presidente Carlos Andrés Pérez, quien en 1978 concluyó la
primera etapa. Después siguieron los períodos constitucionales de Luis Herrera
Campins y Jaime Lusinchi, siendo este último jefe de estado quien culminó
totalmente la obra al inaugurar el 8 de noviembre de 1986 la etapa final de la
misma y se alcanzó una capacidad instalada de 10000 megavatios, siendo la
central hidroeléctrica más poderosa del mundo. Hoy en día la represa Guri es la
tercera central hidroeléctrica más grande del mundo, sólo superada por la presa
de las Tres Gargantas en China y la presa Itaipú entre Brasil y Paraguay.
Actualmente es algo rutinario encender la luz o poner a funcionar cualquier
electrodoméstico, pero muchas veces no reparamos en todos los esfuerzos de
planificación, inversión y construcción que requirió el Guri para beneficiar a
todos los venezolanos. Desde el 31 de marzo de 2006 se llama oficialmente
Central Hidroeléctrica Simón Bolívar con la malsana intención de borrar la
verdadera historia de Venezuela. No permitamos pues que tengan éxito los
enemigos de la democracia y conmemoremos al Guri como la grandiosa e importante
obra que es.
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