domingo, 21 de junio de 2015

Mario Buffone: El Gurí, la gran obra de la democracia



El embalse Guri está ubicado en el Estado Bolívar, es el reservorio de agua más grande de Venezuela y produce aproximadamente el 36% la electricidad del país. Hoy en día nos parece redundante hablar de esta obra, pero es importante y hasta necesario recordarlo en un momento en la cual los responsables del actual régimen pretenden cambiar la historia con el fin doble de estigmatizar negativamente la labor de la democracia y colocar como “héroes” con sensibilidad social a los actuales usufructuarios del poder.
La historia del Guri comienza con el Plan de Electrificación Nacional de 1947, siendo Rómulo Betancourt presidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, el primero de esa índole en Venezuela. Ese plan sirvió de base para el desarrollo eléctrico de nuestro país y fue elaborado con mucha visión de futuro y amor a la patria por los mejores profesionales en ese campo, quienes previeron varios de los embalses que hoy en día nos permiten tener luz eléctrica y otros que aun no han sido construidos. Se debió esperar al 8 de agosto de 1963, bajo la gestión constitucional del presidente Rómulo Betancourt, para firmar el contrato de la construcción del Guri. Las labores comenzaron y se mantuvieron ininterrumpidamente durante 23 años. El 8 de noviembre de 1968, en el período constitucional del presidente Raúl Leoni, se puso en servicio parcialmente la presa. La primera administración del presidente Rafael Caldera siguió las obras y luego vino el primer mandato del presidente Carlos Andrés Pérez, quien en 1978 concluyó la primera etapa. Después siguieron los períodos constitucionales de Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi, siendo este último jefe de estado quien culminó totalmente la obra al inaugurar el 8 de noviembre de 1986 la etapa final de la misma y se alcanzó una capacidad instalada de 10000 megavatios, siendo la central hidroeléctrica más poderosa del mundo. Hoy en día la represa Guri es la tercera central hidroeléctrica más grande del mundo, sólo superada por la presa de las Tres Gargantas en China y la presa Itaipú entre Brasil y Paraguay. Actualmente es algo rutinario encender la luz o poner a funcionar cualquier electrodoméstico, pero muchas veces no reparamos en todos los esfuerzos de planificación, inversión y construcción que requirió el Guri para beneficiar a todos los venezolanos. Desde el 31 de marzo de 2006 se llama oficialmente Central Hidroeléctrica Simón Bolívar con la malsana intención de borrar la verdadera historia de Venezuela. No permitamos pues que tengan éxito los enemigos de la democracia y conmemoremos al Guri como la grandiosa e importante obra que es. 

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