Karl Marx dijo una frase, por una vez clara y tajante, que negó
para siempre a sus discípulos triunfantes la grandeza y la humanidad que
él sí poseía: “Un objetivo que requiere medios injustos no es un
objetivo justo”. Albert Camus
En estos días decembrinos, entre el
activismo partidista y el “dolce far niente” de la temporada, aproveché
para releer El Hombre Rebelde de Albert Camus que leí por vez primera
apenas ingresaba a la Universidad en la época turbulenta del Mayo
francés. Esta nueva lectura me ha hecho rememorar que Camus fue uno de
nuestros ídolos, por el carácter libertario de su pensamiento. Al
reencontrarlo, en su famoso relato, con la mención del “Estado Moloch”
nos hizo recordar cómo la mitología griega parecía vislumbrar al futuro
Estado comunista; más adelante, con la “Parusía del comunismo”, nos hace
un parangón entre ese Estado totalitario y los dogmas religiosos, pues
ambos prometen todo, pero siempre…“más allá”.
Por su parte la Parusía, para los
cristianos, es el acontecimiento esperado al final de la historia de la
Segunda Venida de Cristo a la Tierra cuando se manifieste gloriosamente.
Pues bien, Camus afirma que “el movimiento revolucionario a fines del
siglo XIX y a comienzos del XX vivió, como los primeros cristianos, en
la espera del fin del mundo y de la parusía del Cristo proletario”.
El recuerdo del mito pagano y de la
parusía cristiana viene a cuento, porque el gobierno de Maduro es una
especie de Estado Moloch, un monstruo que devora a los trabajadores
venezolanos porque su “parusía”, el Socialismo del Siglo XXI, se aleja
cada día que pasa de la realidad y se convierte en frustración al ir
acabando paulatina, pero sistemáticamente, con el sector privado, los
trabajadores se han dado cuenta cuál es la causa de su situación
desesperada.
Camus recuerda que: “el Estado Moloch
que se fomentó en la URSS como desiderátum para impulsar el comunismo,
también está presente en el capitalismo y ello contradice a Marx y sus
postulados, porque las condiciones mismas de la producción industrial,
que cada marxista debía alentar, aumentaron de modo considerable la
clase media y crearon una nueva clase social: la de los técnicos,
surgiendo pequeños y medianos empresarios que jamás alentarían la lucha
de clases”.
Camus, quien murió 30 años antes del
derrumbe de la URSS, a los 47 años de edad (tres años antes había
obtenido el Nobel), nos decía premonitoriamente: “a medida que se
alejaba la parusía comunista, la afirmación del reino final debilitada
en razón, se convirtió en artículo de fe. El único valor del mundo
marxista reside en lo sucesivo, pese a Marx, en un dogma impuesto a todo
un imperio ideológico”.
Todo ese razonamiento de este visionario
se confirma cuando inopinadamente unos estrafalarios dogmáticos y
atrasados trasladan, mecánicamente, ese sistema a Venezuela y “la
parusía” se hace realidad, pero sólo para una mafia importadora que se
convierte en una superestructura por encima del gobierno (como un Moloch
redivivo) por su único interés de acaparar y tragar dólares, mientras
el gobierno abandona a su suerte a los trabajadores, de las industrias
colapsadas, gracias a su torpeza.
Debemos concluir, en consecuencia, que
este régimen está condenado a desaparecer porque, en un giro dialéctico
previsible, van a ser los trabajadores quienes sacrifiquen a este
gobierno al enviárselo al “Moloch benéfico” que son los electores,
quienes en los próximos comicios acabarán con la demagógica “parusía”
del socialismo del siglo XXI, para comenzar la ardua pero irrenunciable
tarea de reconstruir a Venezuela.
PS: A todos nuestros lectores les deseo
un año nuevo exitoso, pues aún en medio de tantas dificultades debemos
recordar que vivimos en un gran país y debemos rescatarlo comenzando con
el triunfo parlamentario que se avizora. El pesimismo no es una opción.
Y a mis compañeros de Acción
Democrática, muy especialmente, por intermedio de Noticias en Caliente,
les quiero decir que los adecos no debemos desesperar, porque parodiando
a Prieto cuando se refería a los educadores, cambiando lo que hay que
cambiar, les digo: que los adecos somos los dueños de la esperanza,
somos los administradores de la fe, los administradores del porvenir y
el porvenir será siempre del tamaño de la ambición de un pueblo que creó
a Acción Democrática como vanguardia irreemplazable de sus
aspiraciones. ¡Adelante a luchar milicianos!!!
Antonio Ecarri Bolívar
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