Se de la existencia de Ricardo Römer desde hace muchos años, porque
contrajo nupcias con una de mis más queridas condiscípulas de la
Universidad, Yoli Bilbao, pero al leer su artículo del pasado viernes,
me he dado cuenta que nos conocemos poco; al menos, ahora sé que él no
sabe cómo pienso y yo me entero de lo que no tenía la menor idea: que se
dedicaba al análisis político. Aunque celebro que un artículo mío le
haya disgustado tanto al Sr. Römer, que nos permitió el privilegio de
conocer su pluma, que por cierto la utiliza bien, aunque esté totalmente
equivocado.
Vamos al grano. El Sr. Römer hace un análisis que me confunde, porque
observo contradicciones de fondo en alguien que estoy seguro no milita
en la izquierda, pues eso de repetir en varias ocasiones que Venezuela
es un “petroestado capitalista, corrupto y tiránico desde hace 5
lustros” me parece que confunde la gimnasia con la magnesia y emparenta a
los gobiernos democráticos con esta “revolución” como si fuesen la
misma y única cosa.
Y si él denuncia a Venezuela como Estado capitalista
desde hace 5 lustros, debe ser porque nos va a proponer un sistema
distinto al capitalista y si no es socialista la alternativa, allí sí es
verdad que se sube la gata a la batea y me declaro incompetente. A
menos claro ésta que nos proponga otro sistema que no sea capitalista ni
socialista, sino todo lo contrario. Ojalá algún día sepamos cuál es
entonces ese sistema que prefiere y nos va a proponer nuestro mentado
amigo.
El Sr. Römer dice tener un malestar que le dura 5 lustros, espero que
no sea una jaqueca porque de ser así sería insoportable. Me di cuenta
luego que no se trataba de una molestia física sino ideológica, porque a
él le parece que en los cuarenta años transcurridos antes de la llegada
del chavismo era una “democracia”, así con comillas; y ese Estado,
según él, “se dedicó al clientelismo político, repartiendo lo que no es
de él mientras suprimía el desarrollo económico y con ello el social”.
¿El Estado repartió lo que no es de él? Y de quién es, entonces, Sr.
Römer? no puedo creer que usted piense que las riquezas del subsuelo no
son del Estado, sino suyo de usted o de alguna familia en particular o
grupos de familias que se repartieron durante 150 años de dictaduras lo
que era de todos los venezolanos. De ser así, es por lo que me parece
que se equivoca y me inspiró el título de este artículo, pues si ese es
su criterio, no me cabe duda que usted forma parte, Sr. Römer, de esa
derecha borbónica venezolana que al igual a la dinastía española, en el
pasado, ni olvidaban ni aprendían.
Y no ha aprendido usted, ni la gente que apoya esas tesis absurdas de
Constituyentes excluyentes, que este país no va a salir de este
gobierno de izquierda supuesta para caer en el extremo opuesto, de una
derecha que está esperando una Constituyente para instaurar un modelo
radical y contrariamente opuesto a éste y ponerle la mano a la botija
del Estado y así repartirle ese botín a la minoría que, a través de la
antipolítica, pensó que podría manipular a un “sargento” como Hugo
Chávez y ya ve usted cómo les salió el tiro por la culata.
Ah, pero las conquistas logradas para el pueblo, en un próximo
gobierno donde nosotros los adecos participemos, no vamos a permitir que
nadie se las arrebate. Esa tesis de mantener al pueblo hambreado para,
con precios altos, producir el desarrollo no va a prosperar en una
Venezuela democrática. Ensayen con algún Pinochet, ese sí podría
complacerlos, aunque... cuidadito con otro Chávez, ahora de derecha.
Usted cuando critica con el mismo rasero los últimos 5 lustros, mete
en el mismo saco a los gobiernos de AD y Copei junto a este gobierno.
Nosotros los adecos defendemos nuestra memoria histórica, porque estamos
convencidos que nuestro balance es, largamente, más positivo que
negativo, pero también defendemos hasta al gobierno de Caldera, porque
fue mucho mejor que éste régimen. Por cierto, que al hacer esa mazamorra
de los últimos 5 lustros está usted incorporando, injustamente, a los
gobiernos de sus primos Salas Römer. Aunque a decir verdad tampoco lo
vimos nunca defendiéndolos, como sí hacíamos nosotros a pesar de
nuestras diferencias.
Además, amigo Römer, los adecos tenemos el orgullo de haber llevado
con el “populismo” que a usted le horroriza, la educación gratuita (que
tampoco parece gustarle) a los hijos de los obreros y campesinos lo que
permitió, con su ascenso social, construir la clase media más grande de
América Latina. Además, seguramente los ejecutivos de las empresas de su
familia son competentes y bien formados porque fueron beneficiarios de
las becas Gran Mariscal de Ayacucho, que les permitió educarse en las
mejores universidades del mundo, lo que si no hubiese sido financiado
por el Estado, que usted adversa, nunca hubiesen soñado con esa
formación que ustedes jamás les hubiesen proporcionado.
Ah, y sobre la corrupción: claro que la hubo, pero usted parece
olvidar que para que exista un corrupto tienen que haber corruptores y
exonera a esa cáfila de empresarios bandidos, que daban mendrugos a
funcionarios venales para amasar inmensas fortunas, siempre a la sombra
del Estado que usted ahora aborrece. Nosotros estamos contra la
Constituyente, pero si a usted le parece viable, pues eche pa´lante y
comience a recoger firmas, nadie le amarra las manos. No piense, eso sí,
que vamos a salir nosotros a recogerlas por usted. Haga algún
esfuercito por sus ideas estimado amigo.
Usted dice que ¿yo quiero conservar este status quo? No queremos
mantener ningún status, Sr. Römer, queremos otro modelo totalmente
distinto a éste: “tanto mercado como sea posible, tanto Estado como sea
necesario” ha sido la fórmula del éxito en los países desarrollados por
la socialdemocracia. No hay ningún país del mundo en el que opere el
mercado sin Estado. Y tampoco quedan países en los que la planeación
central haya reemplazado al mercado. Esto último es el gran error de
este régimen al que queremos sustituir, pero no por el modelo que usted
parece querer y no termina de explicar.
Quisiera decirle un millón de razones adicionales contra esa
malhadada idea de la Constituyente y en defensa de la democracia sin
comillas. Por cuestión de espacio no lo puedo hacer, pero cuando lo
desee podemos continuar este debate de viva voz, por escrito, pública o
privadamente, porque la obra de los gobiernos democráticos la defendemos
con todas nuestras fuerzas, aunque con mucha altura y tratándose de un
amigo lo haremos, además, con mucho respeto y estima. ¡A sus órdenes!
Tomado de: -http://www.el-carabobeno.com/articulo/articulo/89358/-antonio-ecarri-bolvar--el-borbnico-artculo-del-sr.-rmer
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