“AD nació
para ser historia”. Esta frase premonitoria, pronunciada por Rómulo Betancourt,
sirve aun de marco referencial pues se puede decir, sin ánimos de presunción,
que la historia de Acción Democrática es la misma historia de la Venezuela
contemporánea. AD celebra su aniversario cada 13 de septiembre en honor al
emblemático Mitin del Nuevo Circo del 13 de septiembre de 1941. Sin embargo,
pocos conocen que el partido fue ya había sido legalizado el 29 de julio de ese
mismo año por el gobierno de Medina Angarita y que el 13 de septiembre
constituyó su primer acto público.
Es importante recordar las razones que
dieron origen a Acción Democrática pues sus fundadores estaban impresionados
por las grandes desigualdades y calamidades que atravesaba la mayoría de los
venezolanos de principios del Siglo XX. Su nacimiento como organización
política de pleno derecho fue retrasado por la dictadura gomecista y el
gobierno de López Contreras. Sobre este último gobernante es importante
resaltar que cuando se aprobó la constitución de 1961 se estableció una
disposición transitoria en la cual se le nombró senador vitalicio; esta acción,
junto con otras como la decisión de otorgar el sector cultural a la izquierda
marxista a muchos de los que estuvieron en las guerrillas de los años 60,
explica en gran medida la tolerancia y la carencia de rencor hacia sus
adversarios de la dirigencia de AD; de las bocas de sus dirigentes nunca
saldría la detestable expresión “no volverán”. El partido tuvo que decidir el
18 de octubre de 1945 si se sumaba a un movimiento militar que deseaba derrocar
a Medina y aceptar la crítica histórica de participar en un golpe contra un
régimen liberal (que no democrático pues no aun había sufragio universal ni directo)
o continuar esperando a que la clase política dominante se decidiera a romper
con la hegemonía militar que imperaba hasta ese momento. Se decidió por la
primera y en condiciones difíciles gobernó por primera vez de la mano de su
líder, Rómulo Betancourt, durante el Trienio Adeco (1945-1948), dando sus
primeros pasos al cumplir sus promesas a las clases desposeídas. Se concedió
por primera vez el voto para las mujeres y los analfabetos, en un país donde
más de la mitad de los ciudadanos no sabían leer y escribir; luego se otorgó el
voto directo para el presidente de la república y el Congreso Nacional. Además
de esas conquistas políticas se hizo una gigantesca labor de planificación y
nacieron planes para desarrollar la salud, la educación, el transporte, la
electricidad y la economía, entre otros. Lamentablemente, la muy fuerte clase
militar derrocó al primer presidente electo por los venezolanos como lo fue don
Rómulo Gallegos en 1948 y relegó al país a una nueva dictadura. En 1958 fue
derrocado el dictador Marcos Pérez Jiménez y volvió de nuevo AD al poder
durante 10 años con Betancourt, esta vez como presidente constitucional y Raúl
Leoni. Se comenzó a equipar el interior del país, muy descuidado por los
gobiernos militares, se crearon el INCE, la CVP, primera compañía petrolera delestado venezolano y la OPEP para defender los precios de los hidrocarburos. En
1969 se cedió el poder a Rafael Caldera, de COPEI, hecho importante pues AD fue
el primer partido que logró el poder por el voto popular y también el primero
que lo perdió de la misma forma, entregándolo sin ningún complejo. En 1974
llega de nuevo al poder con Carlos Andrés Pérez y se lleva a cabo una
impresionante política de equipamiento y de mejoras sociales y, al mismo
tiempo, se nacionalizan el hierro y el petróleo. En 1979 se le entregó el poder
a Luis Herrera Campins de COPEI, entrando el país en una etapa difícil en
materia económica. En 1984 retorna al poder durante 10 años con Jaime Lusinchi,
la segunda vez de CAP y Ramón J. Velásquez, en la que se comenzó a salir de la
difícil situación y, paralelamente, se fue evolucionando hacia un país más
moderno a través de la descentralización de competencias hacia los estados y
municipios, cuyos gobernantes se empezaron a elegir a través del voto popular.
Lamentablemente, el proceso que surgió a partir del intento de golpe de 1992,
fue legando al partido a una posición más difícil hasta la victoria de Chávez
en 1998, líder de la intentona de seis años antes. Ese ciudadano juró como
muchos acabar con los adecos, pero no lo logró. Hoy en día AD muestra un rostro
renovado y posee una extensa y valiosa juventud que le avizora un futuro
brillante. Estos jóvenes, formados al calor de un régimen neototalitario,
tienen la voluntad de llevar a AD hacia nuevos caminos que le den al país su
verdadera redención, por lo que, actualmente, la famosa consigna “AD juventud”
está más vigente que nunca. AD luchó, lucha y luchará por las reivindicaciones
de las clases más desposeídas y contra los extremismos de derecha y de
izquierda y por esa razón la llama de la antorcha del escudo del Partido del
Pueblo seguirá brillando por muchísimo tiempo para hacer de Venezuela más libre
y más de los venezolanos.
Tomado
de: -http://acciondemocratica.org.ve/adport/mario-buffone-la-labor-de-accion-democratica/#sthash.tavKcGnW.dpuf
“AD
nació para ser historia”. Esta frase premonitoria, pronunciada por
Rómulo Betancourt, sirve aun de marco referencial pues se puede decir,
sin ánimos de presunción, que la historia de Acción Democrática es la
misma historia de la Venezuela contemporánea. AD celebra su aniversario
cada 13 de septiembre en honor al emblemático Mitin del Nuevo Circo del
13 de septiembre de 1941. Sin embargo, pocos conocen que el partido fue
ya había sido legalizado el 29 de julio de ese mismo año por el gobierno
de Medina Angarita y que el 13 de septiembre constituyó su primer acto
público. Es importante recordar las razones que dieron origen a Acción
Democrática pues sus fundadores estaban impresionados por las grandes
desigualdades y calamidades que atravesaba la mayoría de los venezolanos
de principios del Siglo XX. Su nacimiento como organización política de
pleno derecho fue retrasado por la dictadura gomecista y el gobierno de
López Contreras. Sobre este último gobernante es importante resaltar
que cuando se aprobó la constitución de 1961 se estableció una
disposición transitoria en la cual se le nombró senador vitalicio; esta
acción, junto con otras como la decisión de otorgar el sector cultural a
la izquierda marxista a muchos de los que estuvieron en las guerrillas
de los años 60, explica en gran medida la tolerancia y la carencia de
rencor hacia sus adversarios de la dirigencia de AD; de las bocas de sus
dirigentes nunca saldría la detestable expresión “no volverán”. El
partido tuvo que decidir el 18 de octubre de 1945 si se sumaba a un
movimiento militar que deseaba derrocar a Medina y aceptar la crítica
histórica de participar en un golpe contra un régimen liberal (que no
democrático pues no aun había sufragio universal ni directo) o continuar
esperando a que la clase política dominante se decidiera a romper con
la hegemonía militar que imperaba hasta ese momento. Se decidió por la
primera y en condiciones difíciles gobernó por primera vez de la mano de
su líder, Rómulo Betancourt, durante el Trienio Adeco (1945-1948),
dando sus primeros pasos al cumplir sus promesas a las clases
desposeídas. Se concedió por primera vez el voto para las mujeres y los
analfabetos, en un país donde más de la mitad de los ciudadanos no
sabían leer y escribir; luego se otorgó el voto directo para el
presidente de la república y el Congreso Nacional. Además de esas
conquistas políticas se hizo una gigantesca labor de planificación y
nacieron planes para desarrollar la salud, la educación, el transporte,
la electricidad y la economía, entre otros. Lamentablemente, la muy
fuerte clase militar derrocó al primer presidente electo por los
venezolanos como lo fue don Rómulo Gallegos en 1948 y relegó al país a
una nueva dictadura. En 1958 fue derrocado el dictador Marcos Pérez
Jiménez y volvió de nuevo AD al poder durante 10 años con Betancourt,
esta vez como presidente constitucional y Raúl Leoni. Se comenzó a
equipar el interior del país, muy descuidado por los gobiernos
militares, se crearon el INCE, la CVP, primera compañía petrolera del
estado venezolano y la OPEP para defender los precios de los
hidrocarburos. En 1969 se cedió el poder a Rafael Caldera, de COPEI,
hecho importante pues AD fue el primer partido que logró el poder por el
voto popular y también el primero que lo perdió de la misma forma,
entregándolo sin ningún complejo. En 1974 llega de nuevo al poder con
Carlos Andrés Pérez y se lleva a cabo una impresionante política de
equipamiento y de mejoras sociales y, al mismo tiempo, se nacionalizan
el hierro y el petróleo. En 1979 se le entregó el poder a Luis Herrera
Campins de COPEI, entrando el país en una etapa difícil en materia
económica. En 1984 retorna al poder durante 10 años con Jaime Lusinchi,
la segunda vez de CAP y Ramón J. Velásquez, en la que se comenzó a salir
de la difícil situación y, paralelamente, se fue evolucionando hacia un
país más moderno a través de la descentralización de competencias hacia
los estados y municipios, cuyos gobernantes se empezaron a elegir a
través del voto popular. Lamentablemente, el proceso que surgió a partir
del intento de golpe de 1992, fue legando al partido a una posición más
difícil hasta la victoria de Chávez en 1998, líder de la intentona de
seis años antes. Ese ciudadano juró como muchos acabar con los adecos,
pero no lo logró. Hoy en día AD muestra un rostro renovado y posee una
extensa y valiosa juventud que le avizora un futuro brillante. Estos
jóvenes, formados al calor de un régimen neototalitario, tienen la
voluntad de llevar a AD hacia nuevos caminos que le den al país su
verdadera redención, por lo que, actualmente, la famosa consigna “AD
juventud” está más vigente que nunca. AD luchó, lucha y luchará por las
reivindicaciones de las clases más desposeídas y contra los extremismos
de derecha y de izquierda y por esa razón la llama de la antorcha del
escudo del Partido del Pueblo seguirá brillando por muchísimo tiempo
para hacer de Venezuela más libre y más de los venezolanos. - See more
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“AD
nació para ser historia”. Esta frase premonitoria, pronunciada por
Rómulo Betancourt, sirve aun de marco referencial pues se puede decir,
sin ánimos de presunción, que la historia de Acción Democrática es la
misma historia de la Venezuela contemporánea. AD celebra su aniversario
cada 13 de septiembre en honor al emblemático Mitin del Nuevo Circo del
13 de septiembre de 1941. Sin embargo, pocos conocen que el partido fue
ya había sido legalizado el 29 de julio de ese mismo año por el gobierno
de Medina Angarita y que el 13 de septiembre constituyó su primer acto
público. Es importante recordar las razones que dieron origen a Acción
Democrática pues sus fundadores estaban impresionados por las grandes
desigualdades y calamidades que atravesaba la mayoría de los venezolanos
de principios del Siglo XX. Su nacimiento como organización política de
pleno derecho fue retrasado por la dictadura gomecista y el gobierno de
López Contreras. Sobre este último gobernante es importante resaltar
que cuando se aprobó la constitución de 1961 se estableció una
disposición transitoria en la cual se le nombró senador vitalicio; esta
acción, junto con otras como la decisión de otorgar el sector cultural a
la izquierda marxista a muchos de los que estuvieron en las guerrillas
de los años 60, explica en gran medida la tolerancia y la carencia de
rencor hacia sus adversarios de la dirigencia de AD; de las bocas de sus
dirigentes nunca saldría la detestable expresión “no volverán”. El
partido tuvo que decidir el 18 de octubre de 1945 si se sumaba a un
movimiento militar que deseaba derrocar a Medina y aceptar la crítica
histórica de participar en un golpe contra un régimen liberal (que no
democrático pues no aun había sufragio universal ni directo) o continuar
esperando a que la clase política dominante se decidiera a romper con
la hegemonía militar que imperaba hasta ese momento. Se decidió por la
primera y en condiciones difíciles gobernó por primera vez de la mano de
su líder, Rómulo Betancourt, durante el Trienio Adeco (1945-1948),
dando sus primeros pasos al cumplir sus promesas a las clases
desposeídas. Se concedió por primera vez el voto para las mujeres y los
analfabetos, en un país donde más de la mitad de los ciudadanos no
sabían leer y escribir; luego se otorgó el voto directo para el
presidente de la república y el Congreso Nacional. Además de esas
conquistas políticas se hizo una gigantesca labor de planificación y
nacieron planes para desarrollar la salud, la educación, el transporte,
la electricidad y la economía, entre otros. Lamentablemente, la muy
fuerte clase militar derrocó al primer presidente electo por los
venezolanos como lo fue don Rómulo Gallegos en 1948 y relegó al país a
una nueva dictadura. En 1958 fue derrocado el dictador Marcos Pérez
Jiménez y volvió de nuevo AD al poder durante 10 años con Betancourt,
esta vez como presidente constitucional y Raúl Leoni. Se comenzó a
equipar el interior del país, muy descuidado por los gobiernos
militares, se crearon el INCE, la CVP, primera compañía petrolera del
estado venezolano y la OPEP para defender los precios de los
hidrocarburos. En 1969 se cedió el poder a Rafael Caldera, de COPEI,
hecho importante pues AD fue el primer partido que logró el poder por el
voto popular y también el primero que lo perdió de la misma forma,
entregándolo sin ningún complejo. En 1974 llega de nuevo al poder con
Carlos Andrés Pérez y se lleva a cabo una impresionante política de
equipamiento y de mejoras sociales y, al mismo tiempo, se nacionalizan
el hierro y el petróleo. En 1979 se le entregó el poder a Luis Herrera
Campins de COPEI, entrando el país en una etapa difícil en materia
económica. En 1984 retorna al poder durante 10 años con Jaime Lusinchi,
la segunda vez de CAP y Ramón J. Velásquez, en la que se comenzó a salir
de la difícil situación y, paralelamente, se fue evolucionando hacia un
país más moderno a través de la descentralización de competencias hacia
los estados y municipios, cuyos gobernantes se empezaron a elegir a
través del voto popular. Lamentablemente, el proceso que surgió a partir
del intento de golpe de 1992, fue legando al partido a una posición más
difícil hasta la victoria de Chávez en 1998, líder de la intentona de
seis años antes. Ese ciudadano juró como muchos acabar con los adecos,
pero no lo logró. Hoy en día AD muestra un rostro renovado y posee una
extensa y valiosa juventud que le avizora un futuro brillante. Estos
jóvenes, formados al calor de un régimen neototalitario, tienen la
voluntad de llevar a AD hacia nuevos caminos que le den al país su
verdadera redención, por lo que, actualmente, la famosa consigna “AD
juventud” está más vigente que nunca. AD luchó, lucha y luchará por las
reivindicaciones de las clases más desposeídas y contra los extremismos
de derecha y de izquierda y por esa razón la llama de la antorcha del
escudo del Partido del Pueblo seguirá brillando por muchísimo tiempo
para hacer de Venezuela más libre y más de los venezolanos. - See more
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