Es
un escándalo permanente la reiterada negativa de otorgar divisas a la industria
manufacturera o a la agroindustria para importar maquinarias, equipos y pagar
proveedores para la producción, mientras le otorgan todas las que quieran a los
integrantes de la mafia cívico-militar que controlan las importaciones. La
encuesta nacional de coyuntura de Conindustria correspondiente al segundo
trimestre del año, afirma que 65% de los encuestados aseguraron que la
producción disminuyó poco o mucho y no hay diferencias significativas entre
industrias pequeñas, medianas y grandes.
Así,
83% de los consultados en el sector de maderas y muebles expresó que sus
inventarios disminuyeron; lo mismo dijo 81% de los que pertenecen a los
sectores textil, confección, cuero, calzado, papel y cartón. En el caso del
sector de productos metálicos, 71% de las empresas encuestadas afirmó
igualmente que sus reservas estaban en caída. En ninguno de los sectores las
respuestas positivas superaron a las negativas. En promedio, 73% de los
industriales reportó una caída en los inventarios.
Mientras
tanto, en nuestros campos se cae la capacidad productiva. El año pasado la
producción de maíz se redujo en más de 50%, pues de 150.000 hectáreas apenas se
cosechó en 70.000; se produjo 43% en caña de azúcar y 46% de café, siendo éstos
los rubros más sembrados y cosechados de toda la larga lista que antes nos
abastecía y permitía exportar.
Ahora
detengámonos en un rubro, apenas, de la cadena alimentaria: los cítricos, en
especial la naranja; único sector que ha crecido de manera sostenida en los
últimos 14 años, llegando hoy a 600.000 toneladas anuales. Sin embargo, el año
pasado se perdieron más de 60.000 toneladas –quivalente a unos 6.000 camiones
750 llenos hasta la baranda, que de ponerlos en fila montarían una cola desde
Caracas a Maracay– todo por el empeño del gobierno de mantener congelado el
precio del jugo a las pasteurizadoras en 2011 y rebajarlo en 18% en 2012. Esto
trajo como consecuencia obvia que la industria nacional decidiera dejar de
comprar frutas para no vender a pérdida los jugos pasteurizados.
Mientras
tanto, asómbrese usted estimado lector, el gobierno nacional autoriza a la
mismísima empresa estatizada Lácteos Los Andes a importar concentrado para
terminar de arruinar a los productores del agro. La situación había mejorado a
comienzos de 2014 cuando se relajaron los controles y la industria pasó a pagar
de 1,9 Bs/Kg a 3,2 Bs/kg, pero de nuevo sufren los embates de una altísima
inflación que amenaza con volver a quebrar a los productores en la próxima
zafra 2014-2015.
Acción
Democrática ha denunciado esta situación y ha propuesto una nueva estructura de
costos, a partir de un estudio realizado en julio 2014 por los gremios, con la
ayuda de técnicos de la Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado de
Barquisimeto, que estiman la cifra de 30% por encima del punto de
equilibrio, es decir, de 6,15 Bs/Kg. Los productores están dispuestos a
conversar, siempre y cuando, la zafra venidera que se inicia el próximo 1 de
noviembre no baje de 5,5 Bs/Kg, apenas 16% por encima de ese punto de equilibrio.
Este
sector agrupa más de 10.700 unidades de producción de naranjas en el país,
ocupan casi 40.000 has y generan más de 90.000 empleos directos y
aproximadamente 210.000 indirectos. Encima de todas estas dificultades, debemos
empezar a negociar en el Mercosur, con estas debilidades de la
citricultura venezolana y la amenaza de la producción brasileña. De mantenerse
esa ruinosa política, miles de familias serían condenadas a la ruina y el
desempleo.
Desde
Acción Democrática nos oponemos rotundamente a toda importación y exigimos la
revisión inmediata de los precios de los jugos pasteurizados, pues con el
congelamiento actual la industria no tendrá capacidad para reconocer a los
productores una actualización del precio de la naranja y van a condenar a
una muerte segura a todo el circuito.
Este
gobierno llegó al final del camino y le quedan dos alternativas: anotarse con
los productores cerrando las importaciones o declarándose definitivamente
Estado mafioso, entregándole el gobierno a las mafias importadoras
cívico-militares y Maduro, entonces, pasaría a la historia no como el heredero
de Chávez, sino como Il capo
di tutti capi.
aecarrib@gmail.com
-http://www.el-nacional.com/opinion/Consigna-mafiosa-acabar-produccion_0_472752844.html
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