El
estado Carabobo ha sido el corazón industrial de Venezuela desde el
comienzo de la etapa democrática y fue donde se comenzó a desarrollar, con más
fuerza y ahínco, la política de sustitución de importaciones iniciada durante
el gobierno de nuestro compañero Rómulo Betancourt y fue por eso que se dieron
estímulos a las empresas para que se asentaran en Carabobo con la ayuda de un
Concejo Municipal, como el de Valencia en aquella época, consciente de su labor
patriótica, ayudando a esa política diseñada desde el gobierno central con
ordenanzas que otorgaban incentivos que convirtieron a Valencia en la ciudad
industrial de Venezuela.
AD
no ha tenido complejos para reunirse con el Gobernador Francisco Ameliach y el
Alto comisionado designado por el Presidente Maduro para el problema industrial
de Carabobo, el Ingeniero Saúl Ameliach, Presidente de Pequiven, pero estos
funcionarios se han estrellado con la pesada maquinaria burocrática del
gobierno de planificación central.
Nos
reunimos con ellos, con los Presidentes de las empresas ensambladoras de vehículos,
con los Presidentes de las empresas caucheras y con los Presidentes de las
empresas fabricantes de autopartes. El Presidente, reconoció la deuda de estas
empresas con dólar a 6.30, tal como esas industrias habían adquirido sus
compromisos con sus acreedores internacionales, eso lo reconocemos, pero las
divisas están llegando a paso de morrocoy y las empresas están cerrando.
Acaba
de cerrar SURAMERICANA DE SOPLADOS, la empresa que fabricaba tanques de
gasolina. Ahora la industria automotriz tendrá que importarlos, lo que
obviamente eleva los costos de producción y demora aún más el proceso de
ensamblaje.
La
empresa cauchera FIRESTONE cerró en Agosto (con los altos costos que significa
cerrar una empresa de proceso continuo) y volvió a abrir en septiembre porque
en la subasta les entregaron el 50% de las divisas requeridas, pero ya ha
anunciado que volverá a cerrar en Noviembre si no les liquidan el 50% restante
en los próximos días.
CHRYSLER
estuvo seis meses cerrada, se reactivó a finales de septiembre y ya anuncia su
cierre de nuevo en noviembre, porque DANAVEN, empresa fabricante de ejes de las
camionetas Cherokee, tiene que suspender actividades por falta de insumos
porque no entraron en la última subasta.
Exigimos
que se le dé a las industrias automotoras y de autopartes que tienen más de 50
años trabajando en Venezuela y a Encava –industria totalmente venezolana
fabricante de autobuses – el mismo tratamiento que a las empresas Chinas
CIVECHI y CHERY, las que no tienen que pasar por el aleatorio y lento proceso
de subastas, sino que reciben divisas directamente del Banco Central de
Venezuela o del Fondo Chino. Estas empresas que producen carros chinos sólo
aprietan tuercas porque todo el vehículo, ya terminado, viene de la nación
asiática. En cambio las demás ensambladoras necesitan del apoyo de más de 500
empresas pequeñas y medianas que fabrican autopartes para ellas. Este es un
problema urgente que no puede estar sometido al lento proceso aleatorio de las
subastas, pues estas empresas se encuentran en una situación terminal.
Presidente
Maduro: reúna a su gabinete económico y a los directivos de CECOEX con los
empresarios y trabajadores de las industrias venezolanas, rectifique y
reconozca que la política desarrollada en los últimos 15 años fracasó, porque
esta “revolución” está acabando con la fuerza motriz de todo proceso
revolucionario: la clase obrera.
aecarrib@gmail.com
@EcarriB
Tomado de: -http://acciondemocratica.org.ve/adport/antonio-ecarri-bolivar-la-clase-obrera-se-acaba-en-revolucion/#sthash.SA6gE3XU.dpuf
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