El 8 de noviembre de 1951 llegan a Guasina los primeros 446 compatriotas detenidos políticos.
Eran
condenados a muerte lenta quienes, a bordo del Vapor Gúarico y
durmiendo sobre el piso del fondo del buque habían hecho la travesía
desde La Guaira, Cumaná, Guanta y Puerto La Cruz hasta la distante y
agreste islita deltana donde no se habían construido ninguna clase de
servicios.
Guasina es una de las islas del Delta del Orinoco bañada por los caños Boca Grande al norte y Sacupana del Remanso al sur, en medio del paisaje de la selva.
Es un lugar pantanoso, invadido por la plaga, amenazado por las crecidas del río y con una temperatura que oscila entre los 38 y 40 grados.
Guasina fue lugar elegido inicialmente en los días de la Segunda Guerra Mundial, 1939, para enviar indocumentados perseguidos por diversas naciones. Pero en el año 1943, el Congreso Nacional, después de conocer un extenso informe del doctor Arnoldo Gabaldón acerca de las condiciones de insalubridad mortal de la isla, pidió y obtuvo del Gobierno la definitiva clausura de ese campo.
Gabaldón
encontró en Guasina mosquitos transmisores del paludismo, amibas
histolíticas productoras de la disentería amibiana, tifus, etc. Además
una mosca denominada vulgarmente "golota", cuyas dolorosas picaduras
causan úlceras. Así como insectos de todas clases, incluido "el chipo" o
"chupón", agente del mal de Chagas.
El régimen carcelario de Guasina era excepcionalmente duro, a base de trabajos forzados y sin la menor atención
sanitaria. Como tanto la prensa como la radiodifusión estaban bajo el
régimen, de la censura, los venezolanos ignoraban esta criminal
situación y las protestas y denuncias no tenían ninguna forma de
difusión, a no ser por los comentarios familiares y la circulación muy
reducida de algún boletín clandestino.
Un
gran escritor y luchador político contra la dictadura, José Vicente
Abreu, prisionero en ese campo de concentración y autor de la obra
Guasina, descubre el paisaje: "La isla de Guasina es, quizás, uno de los
lugares de la Tierra más hostil a la vida humana, ubicada a muy pocos
metros de altura sobre el nivel normal del Orinoco, su territorio
desprovisto en absoluto de necesarias defensas, es casi completamente
inundado por las aguas desbordadas del río cada vez que éste crece, las
cuales, al volver a su cauce lo hacen dejando toda el área convertida en
una gigantesca ciénaga, un inmenso criadero de larvas".
Continúa Abreu: "El clima de Guasina es canicular, oscilando entre 38 y 40 grados a la sombra. Las vías de comunicación casi no existen, pues el único medio de contacto con el exterior lo constituyen las contadas barcazas que de cuando en cuando suelen recalar en sus costas".
Continúa Abreu: "El clima de Guasina es canicular, oscilando entre 38 y 40 grados a la sombra. Las vías de comunicación casi no existen, pues el único medio de contacto con el exterior lo constituyen las contadas barcazas que de cuando en cuando suelen recalar en sus costas".
Basado en el libro Guasina de José Vicente
Abreu, prisionero en ese campo de concentración
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