EL gran mérito de Manuel Valls ha sido
reconocer que la izquierda francesa y la europea en general necesitan
una renovación ideológica de envergadura. Sus correligionarios españoles
se equivocan al negarse a escuchar esta advertencia del primer ministro
francés, que está arrastrando las contradicciones entre una doctrina
anquilosada en un mundo que hace tiempo que dejó de existir y los
problemas que las sociedades europeas afrontan en un planeta
globalizado. Valls se ha dado cuenta de que el lastre ideológico del
socialismo no salvará a la economía francesa. Sus críticos no son
capaces de exponer una alternativa razonable más allá de culpar de sus
males a la canciller alemana.
Peor aún, el fracaso del socialismo clásico
está siendo el caldo de cultivo para el crecimiento del populismo –de
extrema derecha en Francia, de extrema izquierda en España–. Por
desgracia, por ahora lo único que han sabido hacer los socialistas es
caer en la trampa de legitimar las ideas de los que quieren acabar con
el sistema democrático, que es exactamente lo contrario de lo que se
necesita.
Tomado de: -http://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/20141025/sevp-reformular-socialdemocracia-20141025.html
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