Este
viernes, 31 de octubre, se cumplen 56 años de la celebración del Pacto de Punto
Fijo suscrito por AD, Copei y URD en casa del Dr. Caldera. Esta fecha es
trascendente porque nos permitió vivir las mejores cuatro décadas de toda
nuestra historia y, además, porque los responsables del desastre cometido
contra la República, en estos últimos 15 años, han urdido toda una
mentira “goebeliana” para demonizar ese acuerdo y sobre él pretender
construir una tiranía que es el polo opuesto a aquella entente.
Mientras,
lo que ha hecho con Venezuela el “socialismo del siglo XXI” está a la vista de
todos: con una concepción de planificación central y estatista exagerada ha
acabado con los sectores productivos, ha iniciado un proceso irreversible de
desindustrialización del país; la salud es un desastre, la educación por los
suelos, la infraestructura desplomándose; la inflación más alta del mundo, el
desabastecimiento haciendo de las suyas sin ningún control, los comercios
cerrando sus puertas, las amas de casa haciendo interminables colas para
comprar lo más elemental para subsistir con dinero que no le alcanza, sin
medicinas para calmar las más apremiantes enfermedades, la corrupción galopa
sin precedentes en nuestra historia, la muerte de más de 20.000
compatriotas, cada año, a manos de un hampa desbordada y un largo
etcétera de horrores. Pero, hete aquí, que todo este desastre lo ha hecho
este gobierno cuando a Venezuela le ha ingresado, sólo por la venta petrolera,
la friolera de más de Un billón quinientos mil millones de dólares que
representan, a precios comparativos, unos 20 planes Marshall con que se
reconstruyó toda Europa después de la segunda guerra mundial.
Algunos
paniaguados han llegado a la exageración incalificable de decir que, durante
los 40 años de vigencia del Pacto de Punto Fijo, no dimos respuesta a las necesidades
del país. Sólo con mencionar la electrificación de toda Venezuela que nos llevó
a exportarla, llevar agua potable a los más apartados rincones de la geografía
nacional y la educación popular, esa que creando escuelas, liceos y
universidades gratuitas permitió que niños pobres, hijos de obreros y
campesinos, pudieran engrosar la clase media más grande de América Latina es un
tremendo logro. Eso sin mencionar el Plan de Becas Gran Mariscal de Ayacucho
que formó, en las más prestigiosas universidades del mundo, a muchachos sin
recursos que hoy dirigen la mayoría de empresas privadas y públicas de
Venezuela. ¿Obras materiales?: para donde usted dirija la mirada en Venezuela:
carreteras, autopistas, puentes, infraestructura petrolera, hospitales, escuelas,
liceos, universidades, tienen la impronta de la obra de los gobiernos de AD y
Copei.
Sólo
la obra de AD –narrar la de Copei se la dejo a mi hijo democratacristiano – no
sólo la defiendo yo, sino que el eminente historiador Germán Carrera Damas, de
insospechable militancia adeca, afirma que: “¿Tiene, algún otro partido o
movimiento político venezolano, un capital histórico aunque sea de lejos
comparable al acumulado por Acción Democrática a lo largo de una actuación
asentada en grandes y prolongados sacrificios, grupales e individuales, y
generosa de mártires? Pero, ¿Y las obras? No es posible enunciarlas todas, a
partir de la primaria y básica de haber rescatado la Soberanía popular,
secuestrada a perpetuidad desde la ruptura de la República de Colombia, dándole
con ello a la República su cabal sentido. ¿Cómo no asumir, de manera abierta y
orgullosa, la responsabilidad de hacer valer ese pasado, que es presente para
el pueblo democrático, manteniendo activamente el compromiso no sólo con el
presente sino también, y fundamentalmente, con el futuro de la democracia
venezolana?”.
Cualquier
comparación, de lo realizado por los gobiernos de AD y Copei, con este bodrio
de gobierno que está acabando con Venezuela es poco menos que una grosería:
durante esos 40 años de felicidad colectiva apenas ingresaron 427 mil millones
de dólares y construimos a Venezuela; éstos incompetentes, en 15 años, han
recibido más de un billón quinientos mil millones de dólares y no han hecho más
que acabar con lo realizado en los 40 años anteriores. ¿Quién se atreve a
comparar?
aecarrib@gmail.com
@EcarriB
Tomado
de: -http://acciondemocratica.org.ve/adport/antonio-ecarri-bolivar-a-56-anos-anoramos-punto-fijo/#sthash.5DKHDfpt.dpuf
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