AD fue ¿qué duda cabe? el gran partido popular venezolano. Las principales conquistas democráticas y sociales y algunas de las más importantes modernizaciones del país algunas, porque el andinismo postgomecista también tuvo su parte tuvieron que ver con AD, desde el voto universal, directo y secreto hasta la nacionalización del petróleo.
Y,
preciso es decirlo, también muchas de las atrofias, carencias e imperfecciones
nacionales, e imagino que adecos cultos y perspicaces como Henry Ramos Allup
compartirán conmigo este juicio. La AD de hoy tiene la autocrítica tarea
histórica de enmendar aquellos errores.
Solía decirse que AD debía sus numerosos triunfos políticos y electorales a que el pueblo venezolano era como los adecos. Tal vez. Pero seguramente es mejor decir que los adecos se hicieron a imagen y semejanza del pueblo, con sus virtudes y también con sus defectos.
Fui
educado en el odio un poco ideológico, un poco visceral de la izquierda
comunista a AD y, en particular, a Rómulo Betancourt. Sin haberlo leído
siquiera, lo acusaba de traición a sus orígenes socialistas. Así transcurrieron
mis primeros 12, 13 años de vida política.
Y
ocurrió que allá por los 80 cayó en mis manos Del garibaldismo estudiantil al
marxismo criollo, del padre Arturo Sosa. Impactado por sus
revelaciones, decidí acudir a la fuente original: aunque ya en 1977 había leído
Venezuela, política y
petróleo, esta vez exploré la correspondencia del Betancourt de
los años 30 al "Calvito" y demás compañeros, y el "Plan de
Barranquilla", y tuve que admitir convicción que no he abandonado hasta
el día de hoy que estábamos en presencia no sólo del principal político del
petróleo venezolano sino del mayor estadista de toda nuestra historia (incluso
por encima del propio Bolívar, e imagino cuánto escozor debo causar en
"bolivaristas" de diversa estirpe).
Y
una sospecha, certeza más bien, revoloteaba en mi cabeza: guardando las
distancias de rigor, el proyecto político no sé si el partido que se
encarnaba en AD era el MAS (partido en el que militaba desde los 16 años) que
queríamos construir para Venezuela.
Populista
al principio, luego un tanto socialdemócrata, ahí está AD, cumpliendo 70 años.
Antonio Ledezma ha formulado una propuesta que yo mismo he defendido en esta
columna: el reagrupamiento, dentro de la diversa unidad nacional que debemos
construir entre todos para sacar a Venezuela adelante, de las fuerzas
socialdemócratas.
Eso
que un amigo neotempista Isidro Toro llama la "adequeidad". La
centroizquierda. El Partido Socialdemócrata de Venezuela. Propuesta que, sin
duda, más temprano que tarde habrá que considerar con atención y para lo que
podría servir analizar el caso del grande Partido Comunista Italiano, devenido
luego en Partido de la Izquierda Democrática, y finalmente en el Partido
Democrático de Italia, y todo sin renegar de sus orígenes.
Felicitaciones
entonces a todos los adecos de cara al futuro común que tenemos por construir.
Diario
Tal Cual. Caracas, 19/09/2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario