Firmado por los Partidos A.D., COPEI y U.R.D.
Rómulo A. Betancourt y otros.
[31 de Octubre de 1958]
Los partidos Acción Democrática, Social
Cristiano COPEI y Unión Republicana Democrática, previa detenida y
ponderada consideración de todos los elementos que integran la realidad
histórica nacional y la problemática electoral del país, ante la
responsabilidad de orientar la opinión pública para la consolidación de
los principios democráticos, han llegado a un pleno acuerdo de unidad y
cooperación sobre las bases y mediante las consideraciones siguientes:
1°.- Como es del conocimiento público, durante varios meses las distintas fuerzas políticas que han participado en las acciones unitarias para la defensa del régimen democrático han mantenido conversaciones destinadas a asegurar la inteligencia, mutuo respeto y cooperación entre ellas, interesadas por igual en la consolidación de la unidad y la garantía de la tregua política, sin perjuicio de la autonomía organizativa y caracterización ideológica de cada uno, conforme se declaró expresamente en el acta de ampliación de la Junta Patriótica firmada el 25 de enero de 1958 por los partidos políticos que la integraban inicialmente. El resultado obtenido es favorable, toda vez que las naturales divergencias entre los partidos, tan distintas del unanimismo impuesto por el despotismo, se han canalizado dentro de pautas de convivencia que hoy más que nunca es menester ampliar y garantizar. El análisis cabal de los antecedentes, de las características actuales y de las perspectivas de nuestro movimiento democrático; la ponderación comprensiva de los intereses legítimamente representados por los partidos a nombre de los centenares de miles de sus militantes: el reconocimiento de la existencia de amplios sectores independientes que constituyen factor importante de la vida nacional; el respaldo de las Fuerzas Armadas al proceso de afirmación de la República como elemento institucional del Estado sometido al control de las autoridades constitucionales, y el firme propósito de auspiciar la unión de todas las fuerzas ciudadanas en el esfuerzo de lograr la organización de la Nación venezolana, han estado presentes en el estudio de las diferentes fórmulas propuestas. La sincera definición y defensa de los derechos que asisten a los partidos como representantes de grandes núcleos nacionales y la preocupación común de atender en conjunto a los intereses perdurables de la Nación, si bien han podido en forma ocasional provocar la generosa impaciencia de calificados valores de la opinión, son la garantía de que las deliberaciones han respondido a un serio y responsable enfoque de las urgencias del país.
2°.-
Las minuciosas y largas conversaciones han servido para comprometer a
las organizaciones unitarias en una política nacional de largo alcance,
cuyos dos polos podemos definir así: a) seguridad de que el proceso
electoral y los Poderes Públicos que de él van a surgir respondan a la
pauta democrática de la libertad efectiva del sufragio; y b) garantía de
que el proceso electoral no solamente evite la ruptura del frente
unitario, sino que lo fortalezca mediante la prolongación de la tregua
política, la despersonalización del debate, la erradicación de la
violencia interpartidista y la definición de normas que faciliten la
formación del Gobierno y de los cuerpos deliberantes de modo que ambos
agrupen equitativamente a todos los sectores de la sociedad venezolana
interesados en la estabilidad de la república como sistema popular de
Gobierno.
3°.- Establecidos estos principios
de carácter general, COPEI, AD y URD comprometen su acción y
responsabilidad en los términos siguientes:
a)
Defensa de la constitucionalidad y del derecho a gobernar confirme al
resultado electoral. Las elecciones determinarán la responsabilidad en
el ejercicio de los Poderes Públicos, durante el período constitucional
1959-1964; intervención de la Fuerza contra las autoridades surgidas de
las votaciones es delito contra la Patria. Todas las organizaciones
políticas están obligadas a actuar en defensa de las autoridades
constitucionales en caso de intentarse o producirse un golpe de Estado,
aun cuando durante el transcurso de los cinco años las circunstancias de
la autonomía que se reservan dichas organizaciones hayan podido colocar
a cualquiera de ellas en la oposición legal y democrática al Gobierno.
Se declara el cumplimiento de un deber patriótico la resistencia
permanente contra cualquier situación de fuerza que pudiese surgir de un
hecho subversivo y su colaboración con ella también delito de lesa
Patria.
b) Gobierno de Unidad Nacional. Si
bien el ejercicio del Poder por un partido es consecuencia legítima de
una mayoría electoral, la suerte de la democracia venezolana y la
estabilidad del Estado de derecho entre nosotros imponen convertir la
unidad popular defensiva en gobierno unitario cuando menos por tanto
tiempo como perduren los factores que amenazan el ensayo republicano
iniciado el 23 de enero; el gobierno de Unidad Nacional es el camino
para canalizar las energías partidistas y evitar una oposición
sistemática que debilitaría el movimiento democrático. Se deja
claramente sentado que ninguna de las organizaciones signatarias aspira
ni acepta hegemonía en el Gabinete Ejecutivo, en el cual deben estar
representadas las corrientes políticas nacionales y los sectores
independientes del país, mediante una leal selección de capacidades.
c)
Programa mínimo común. Para facilitar la cooperación entre las
organizaciones políticas durante el proceso electoral y su colaboración
en el Gobierno Constitucional los partidos signatarios acuerdan
concurrir a dicho proceso sosteniendo un programa mínimo común, cuya
ejecución sea el punto de partida de una administración nacional
patriótica y del afianzamiento de la democracia cama sistema. Dicho
programa se redactará por separado, sobre las bases generales, ya
convenidas, y se considerará un anexo del presente acuerdo. Como este
programa no excluye el derecho de las organizaciones políticas a
defender otros puntos no comprendidos en él, se acuerda para estos casos
la norma siguiente: ningún partido unitario incluirá en su programa
particular puntos contrarios a los comunes del programa mínimo y, en
todo caso, la discusión pública en los puntos no comunes se mantendrá
dentro de los limites de la tolerancia y del respeto mutuo a que obligan
los intereses superiores de la unidad popular y de la tregua política.
4°.-
El ideal de la unidad como instrumento de lucha contra la tiranía y
contra las fuerzas en aptitud de reagruparse para auspiciar otra
aventura despótica, sería la selección de un candidato presidencial
democrático único, la formación de planchas únicas para los cuerpos
colegiados y la formación de un frente único a base de un solo programa
integral de Gobierno.
En la práctica se ha
evidenciado que diversos factores reales contradicen esa perspectiva
histórica, mas, afortunadamente, hay otros medios idóneos de preservar
la Unidad Nacional. Por consiguiente, lejos de considerar comprometida
la unidad por la comprobación de naturales contradicciones
interpartidistas que se corresponden con la esencia de la actividad
democrática, las organizaciones signatarias después de confrontar sus
distintas opiniones entre sí y con las emitidas por voceros
independientes autorizados, de la prensa y de otros factores nacionales
define:
1) Los requerimientos de la unidad son compatibles con la eventualidad de diversas candidaturas y planchas legislativas.
2)
Para que la presentación de varias candidaturas presidenciales y
diversas planchas legislativas pueda verificarse sin menoscabo de la
unidad y sin ruptura de la tregua interpartidista, es indispensable
fortalecer el sentimiento de común interés patriótico y la tolerancia y
mutuo respeto entre las fuerzas unitarias, base de lo cual debe ser la
sincera y solemne adhesión de todas las fuerzas democráticas a los
puntos contenidos en esta declaración y al espíritu que la anima, tal
como hoy se consagra con la firma de este documento.
3)
Para garantizar la tregua política y la convivencia unitaria de las
organizaciones democráticas, se crea una Comisión Interpartidista de
Unidad encargada de vigilar el cumplimiento de este acuerdo. Dicha
Comisión estará encargada de orientar la convivencia interpartidista, de
conocer las quejas que se produzcan contra las desviaciones
personalistas o sectarias en la campana electoral y de diligenciar ante
cualquiera de los signatarios, ya nombre de todos, la morigeración y
control en lo que pudiera comprometer la convivencia democrática.
5°.-
Para garantizar que varias postulaciones presidenciales y varias
planchas legislativas sean en todo momento expresiones de la voluntad
nacional de celebrar elecciones que en definitiva se traduzcan en
fortalecimiento de la democracia, se proclama:
I.
Cada organización queda en libertad de sustentar su propio candidato
presidencial y sus propias planchas para los cuerpos colegiados dentro
del concepto de unidad aquí consagrado y en el sentido de que garanticen
la tolerancia mutua durante la campaña y el cumplimiento de los
compromisos generales convenidos en esta declaración cualquiera que sea
la candidatura o plancha que obtuviera mayor número de votos.
II.
Todos los votos emitidos a favor de las diversas candidaturas
democráticas, serán considerados como votos unitarios y la suma de los
votos por los distintos colores como una afirmación de la voluntad
popular a favor del régimen constitucional y de la consolidación del
Estado de derecho.
III. La postulación de los
candidatos presidenciales y de las planchas legislativas es de la
responsabilidad de cada partido o coalición. Será el pueblo elector a
quien le corresponda calificar con el voto cualquier postulación.
Los
partidos que suscriben este documento garantizan la adhesión de los
principios y normas aquí consagrados de sus respectivos candidatos a la
Presidencia de la República.
IV. Los partidos
signatarios se comprometen a realizar una campaña positiva de
afirmación de sus candidatos y programas dentro del espíritu de la
unidad, evitando planteamientos y discusiones que pueden precipitar la
pugna interpartidista, la desviación personalista del debate y
divisiones profundas que luego pudieran comprometer la formación del
Gobierno de Unidad Nacional.
V. Después de
publicado el resultado oficial de las elecciones, tendrá lugar en
Caracas un gran acto popular encargado de ratificar los siguientes
principios: a) Pública adhesión de todas las organizaciones y candidatos
participantes al resultado de las elecciones, como expresión de la
soberana voluntad popular. b) Ratificación por parte de las
organizaciones signatarias de su sincero propósito de respaldar al
Gobierno de Unidad Nacional, al cual prestarán leal y democrática
colaboración.
Consideran las organizaciones
signatarias que la adhesión de todas las fuerzas políticas a los
principios y puntos fijados en esta declaración es una garantía eficaz
para el ejercicio del derecho electoral democrático dentro de un clima
de unidad. La cooperación de los organismos profesionales gremiales,
cívicos y culturales, de la prensa y de personalidades independientes,
con los fines así precisados, consolidarán la convivencia nacional y
permitirán el desarrollo de una constitucionalidad estable que tenga en
sus bases la sinceridad política, el equilibrio democrático, la
honestidad administrativa y la norma institucional que son la esencia de
la voluntad patriótica del pueblo venezolano. Como este acuerdo no fija
principio o condición contrarios al derecho de las otras organizaciones
existentes en el país, y su leal cumplimiento no limita ni condiciona
el natural ejercicio por ellas de cuantas facultades pueden y quieren
poner al servicio de las altas finalidades perseguidas, se invita a
todos los organismos democráticos a respaldar, sin perjuicio de sus
concepciones específicas, el esfuerzo comprometido en pro de la
celebración del proceso electoral en un clima que demuestre la aptitud
de Venezuela para la práctica ordenada y pacífica de la democracia.
Caracas, 31 de octubre de 1958
Por Acción Democrática: Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Gonzalo Barrios
Por el Partido Social Cristiano COPEI: Rafael Caldera, Pedro del Corral, Lorenzo Fernández
Por Unión Republicana Democrática: Jóvito Villalba, Ignacio Luis Arcaya, Manuel López Rivas
Tomado de:-http://constitucionweb.blogspot.com/2010/07/pacto-de-punto-fijo-romulo-betancourt-y.html
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