sábado, 15 de noviembre de 2014

Luis Aquiles Moreno: los gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi


Fragmento del discurso del diputado
Luis Aquiles Moreno,

Subsecretario General Nacional de
Acción Democrática,

en la Sesión Especial del
Concejo Municipal de Baruta,

en honor al 73 aniversario de AD,
martes, 30/09/2014



... 1974 marca el retorno de AD con el triunfo electoral de Carlos Andrés Pérez. Larga es la lista de obras que podemos enumerar, pero voy a centrarme en unas pocas, pero de gran significado.

La Biblioteca Ayacucho, una calificada colección de las obras maestras de las letras latinoamericanas, la cual deja a la posteridad buena parte de la herencia cultural de la región, amalgamándola como expresión original. Unidad latinoamericana por la vía de nuestra cultura.

 El Programa de Becas Gran Mariscal de Ayacucho, para la capacitación de millares de estudiantes venezolanos en los centros universitarios más prestigiosos del mundo. Hoy se pretende desprestigiar señalando que eran créditos educativos, que si los hubo, pero los pobres estudiaban con becas.

Algo muy importante y que la actual administración pone en peligro, la creación de nueve parques nacionales, para garantizar la protección de los ecosistemas y fauna endémica.

En 1975 nacionaliza la industria del hierro y al siguiente año, la del petróleo, creando la empresa Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) con el propósito de proporcionar al Estado una herramienta para la administración de los recursos petroleros, que logro fama internacional por su eficiencia a lo largo del tiempo hasta 1999.

Por su desvelo insistente en la protección a la naturaleza y en pro de la recuperación ecológica, recibió en 1975 el reconocimiento mundial del Premio Earth Care, otorgado por primera vez a un jefe de Estado de América Latina. En 1976 se convirtió en el vicepresidente de la Internacional Socialista.

Siguiendo la tradición democrática, traspasa el gobierno a Luis Herrera Campins de COPEI, quien al terminar su periodo presidencial, hace entrega a Jaime Lusinchi de la banda presidencial.

En el VII Plan de la Nación, presentado por Lusinchi, se planteó la estrategia de la construcción de un nuevo pacto social y de la reforma del Estado, para lo cual se constituyó la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado (COPRE), cuyos objetivos incluían, entre otros aspectos compilados, la democratización de los procesos gubernamentales regionales, entre otros, elección universal, directa y secreta de gobernadores y creación de la figura del alcalde municipal. 

Lusinchi enfrentó la crítica situación económica a causa de las políticas de devaluación monetaria de su antecesor, conocidas como el viernes Negro; el problema derivado del vencimiento masivo, concentrado de la deuda externa venezolana, déficit presupuestario, volatilidad en la paridad cambiaria, inflación, entre otros males económicos heredados.

A pesar de lo anterior, durante su gestión de gobierno se construyeron en Caracas: el Paseo Vargas, el Complejo Habitacional «Juan Pablo II» en Montalbán, la Línea 2 del Metro de Caracas (tramo Zoológico/Las Adjuntas-La Paz) y el Hospital «Domingo Luciani», en El Llanito. Además se concluyó la segunda fase de la Central Hidroeléctrica de Guri y la Central Hidroeléctrica San Agatón, parte del complejo Uribante-Caparo; se erigió la Represa del Río Turimiquire, en el estado Monagas, se dio inicio a la construcción de la Autopista de Oriente y se construyeron un total de 331.615 viviendas, a pesar de tener unos precios del petróleo deprimidos- Durante el gobierno de Herrera Campins el barril osciló en torno a los 26 dólares, mientras que con Lusinchi promedió 16,9 dólares.

Lusinchi le entrega la banda presidencial a Carlos Andrés Pérez, quien en su segundo mandato enfrenta nuevas reducciones del precio del petróleo el cual se ubicara en 13,2 dólares en el año 1993.

Razón tenía Rómulo Betancourt en poner de bulto la materia petrolera. Y sobre esa base, y con criterios firmes de eficiencia y justicia social, construir la diversificación económica que permita hacer buena las consignas de libertad, igualdad y fraternidad.

Afirma un dirigente de la oposición venezolana, formado en el campo de la izquierda marxista, quien él mismo reconoce que fue, cito: “educado en el odio un poco ideológico, un poco visceral de la izquierda comunista a AD y, en particular, a Rómulo Betancourt. Sin haberlo leído siquiera, lo acusaba de traición a sus orígenes socialistas” pero que luego de estudiarlo con detenimiento “que estábamos en presencia no sólo del principal político del petróleo venezolano sino del mayor estadista de toda nuestra historia”. Hablo de Enrique Ochoa Antich, ex secretario general del MAS y dirigente nacional de Un Nuevo Tiempo.

Cuando transitamos por los caminos de Venezuela y pasamos por un puente, difícilmente no ha sido construido por una administración de AD. Es típico ver en las defensas del mismo una “pinta” alusiva a alguna campaña electoral. Ese pintor hoy anónimo, es el mismo que sostuvo la antorcha de Vargas durante el siglo XIX hasta 1945. Por ello en Acción Democrática, desde nuestra fundación, tenemos como norte hacer buena la esperanza de aquel sabio, que Bolívar le confió su heredad nombrándolo albacea testamentario, y que un día soñó que Venezuela puede ser una república civil y democrática, donde los militares desempeñen el rol que les corresponde en una sociedad que construye su destino sobre la base de la justicia social y la calidad de vida. Aquel Vargas, que tras el zarpazo soldadesco, supo reafirmar que el mundo es de los hombres justos; que su pensamiento prendió como antorcha la cual, Rómulo y los fundadores de Acción Democrática, tomaron como testigo, la incrustaron en el escudo del partido y se la entregan día a día, todos los días, a cada uno de los militantes, para que tengamos una Venezuela libre y de los venezolanos.


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