El
pasado 10 de marzo recordábamos con afecto patrio a José María Vargas, en el
229 aniversario de su natalicio. Aunque eso de “afecto patrio” pudiera ubicar a
los lectores en un trasnochado arrobo de romanticismo por una Venezuela ideal,
inexistente… Sin embargo, el Dr. Vargas fue, con las letras en mayúscula, un
ciudadano ejemplar, comprometido con su país, con su Universidad, con su
ciencia… digo “su”, pues José María Vargas centró el trabajo diario en hacer de
Venezuela un lugar donde todos tuviésemos un espacio.
Vargas
fue el primer presidente civil que tuvo Venezuela. Desde nuestra separación de
la Gran Colombia en 1830, hasta 1958, Venezuela sólo conoció, en la Primera
Magistratura nacional, a dos civiles de altísima calidad humana e intelectual:
Vargas y Gallegos. Entre ambos no llegaron a gobernar año y medio. Del resto,
fuimos una república regida por militares quienes, desde su oficio, crearon una
patria montada sobre la “leyenda de las gestas heroicas” y el “gendarme
necesario”.
La
figura de Vargas es como una luz que brilla en el azaroso siglo XIX, lleno de
montoneras, agavillamiento y desestabilidad política en una Venezuela rural que
parecía “un cuero seco”, pisabas un borde y se alzaba el otro. Entre caudillos
rurales y “militares patriotas” condecorados y retribuidos con tierras por su
“labor patria” en la guerra de independencia, se constituía un país donde
Vargas, primer rector de la Universidad Central de Venezuela y primer
presidente civil, irrumpía en nuestra historia con estupefacción en aquél mundo
oscuro de luchas intestinas.
Hubo
de esperar Venezuela a 1947 para que una organización política, Acción
Democrática, invadiera de nuevo en la historia nacional, con el gigante de las
letras, el intelectual de las verdaderas querencias patrias, Rómulo Gallegos.
Que
el recuerdo de José María Vargas nos llame a la reflexión y nos mueva a
construir una unidad de pueblo en Venezuela que permita obtener un triunfo
civil de la Unidad Democrática en las elecciones parlamentarias de 2015, en
beneficio del avance, del progreso y de la inclusión ciudadana…
@rafaelmartinezn
@proyecto_pais
Fuente:
El Universal
Fuente:
http://acciondemocratica.org.ve/adport/rafael-martinez-nestares-jose-maria-vargas-un-presidente-civil/#sthash.HsYvvOhA.dpuf
El
pasado 10 de marzo recordábamos con afecto patrio a José María Vargas,
en el 229 aniversario de su natalicio. Aunque eso de “afecto patrio”
pudiera ubicar a los lectores en un trasnochado arrobo de romanticismo
por una Venezuela ideal, inexistente… Sin embargo, el Dr. Vargas fue,
con las letras en mayúscula, un ciudadano ejemplar, comprometido con su
país, con su Universidad, con su ciencia… digo “su”, pues José María
Vargas centró el trabajo diario en hacer de Venezuela un lugar donde
todos tuviésemos un espacio.
Vargas fue el primer presidente civil
que tuvo Venezuela. Desde nuestra separación de la Gran Colombia en
1830, hasta 1958, Venezuela sólo conoció, en la Primera Magistratura
nacional, a dos civiles de altísima calidad humana e intelectual: Vargas
y Gallegos. Entre ambos no llegaron a gobernar año y medio. Del resto,
fuimos una república regida por militares quienes, desde su oficio,
crearon una patria montada sobre la “leyenda de las gestas heroicas” y
el “gendarme necesario”.
Por ende, ser civil no es una profesión.
Implica que somos ciudadanos y que “no tenemos más arma” de lucha que
la palabra, en primer lugar y, el voto: universal, directo y secreto,
conquistado en Venezuela, tras el trienio adeco, ya entrado el siglo XX.
La figura de Vargas es como una luz que
brilla en el azaroso siglo XIX, lleno de montoneras, agavillamiento y
desestabilidad política en una Venezuela rural que parecía “un cuero
seco”, pisabas un borde y se alzaba el otro. Entre caudillos rurales y
“militares patriotas” condecorados y retribuidos con tierras por su
“labor patria” en la guerra de independencia, se constituía un país
donde Vargas, primer rector de la Universidad Central de Venezuela y
primer presidente civil, irrumpía en nuestra historia con estupefacción
en aquél mundo oscuro de luchas intestinas.
Hubo de esperar Venezuela a 1947 para
que una organización política, Acción Democrática, invadiera de nuevo en
la historia nacional, con el gigante de las letras, el intelectual de
las verdaderas querencias patrias, Rómulo Gallegos.
Que el recuerdo de José María Vargas nos
llame a la reflexión y nos mueva a construir una unidad de pueblo en
Venezuela que permita obtener un triunfo civil de la Unidad Democrática
en las elecciones parlamentarias de 2015, en beneficio del avance, del
progreso y de la inclusión ciudadana…
@rafaelmartinezn
@proyecto_pais
Fuente: El Universal
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