sábado, 31 de enero de 2015

Rómulo Betancourt: del 28 al 45


Rómulo Betancourt en Caracas
durante una manifestación pública en 1936.

En febrero de 1928 la Federación de Estudiantes, presidida por Raúl Leoni, organiza la celebración de la Semana del Estudiante, que tenía como objetivo original crear fondos para la construcción de la Casa del Estudiante, pero que paulatinamente tomó el carácter de una protesta contra la dictadura gomecista, que terminó en el encarcelamiento de Betancourt y del grupo de dirigentes universitarios en el Cuartel El Cuño, posteriormente trasladado al Castillo Libertador de Puerto Cabello. Prisioneros en un calabozo oscuro sin ventanas, donde fueron forzados a usar grillos (cadenas) en sus pies y sometidos a crueles condiciones bajo las cuales Betancourt cumplió sus 20 años de edad.
Esta prisión duró sólo pocos días debido a los buenos oficios de ciudadanos quienes abogaron por la libertad del grupo de estudiantes. Una vez en libertad, el 7 de abril Betancourt participó nuevamente en un movimiento insurreccional contra la dictadura, esto trajo como consecuencia la persecución policial, el exilio de opositores y el cierre de la Universidad Central de Venezuela.
Primer exilio
Betancourt se mantuvo dos meses bajo la clandestinidad, el 6 de junio decide escapar hacia la isla de Curazao. Dedica mucho de su tiempo al estudio de la historia latinoamericana, de las fuentes del pensamiento socialista y al conocimiento de las obras relacionadas con la penetración imperialista en los países latinoamericanos. Allí también decide formalizar su militancia en el Partido Revolucionario Democrático (PRD), una organización marxista de izquierda radical. Luego de 4 meses se separa del partido, después de haber sido criticado de comunista.
En 1929 visita Colombia, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Trinidad en busca de formar una coalición conspirativa de invasiones armadas con los viejos militares en el exilio para derrocar la dictadura de Gómez, así como buscar financiamiento económico en dichos países.
En República Dominicana se unió a un grupo de caudillos exiliados que pretendían viajar a la isla de La Blanquilla, con el fin de sumarse a la expedición que a bordo del crucero Falke liderado por Román Delgado Chalbaud intentaba invadir el país y derrocar a Gómez. Pero Betancourt embarca en un buque de nombre La Gisela, que zozobró antes de alcanzar la meta y salva, quizás, a sus tripulantes, del destino que corrieron los que lograron llegar a Cumaná: la cárcel o la muerte. Tras el fracaso del movimiento insurreccional, viaja a Costa Rica, donde conoce a la que será su futura esposa, Carmen Valverde.
En 1930, participa en Barranquilla, bajo la influencia del pensador mexicano José Vasconcelos, de visita en la ciudad, y ante la proximidad del primer centenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar, junto a Raúl Leoni, Valmore Rodríguez e inquietos intelectuales colombianos como el dramaturgo Luis Enrique Osorio, participa en la creación de la Alianza Unionista de la Gran Colombia. Viaja a Perú y Bolivia donde fortalece vínculos con el Partido Aprista fundado por Víctor Raul Haya de la Torre.
En 1931 funda en Barranquilla la Alianza Revolucionaria de Izquierdas (ARDI), partido que el mismo Betancourt describió como izquierdista y socialista. En ese momento también confronta a los grupos marxistas-leninistas formados por los desterrados venezolanos en México y La Habana, al sostener que:
La revolución contra el gomecismo no puede basarse en la obra exclusiva de la clase obrera, sino a una alianza de clases.
El mismo año, redacta el llamado Plan de Barranquilla, suscrito por exiliados de diversos matices de la nueva izquierda y que consistía fundamentalmente en el análisis de la situación venezolana bajo la óptica de la dialéctica marxista. Durante todo su destierro Betancourt no dejó de denunciar ante los gobiernos latinoamericanos, el carácter opresivo y dictatorial del gobierno venezolano.
A partir de 1931 hasta 1935 comienza una etapa de radicalización ideológica del biografiado. En abril de ese año se radica en Costa Rica, donde vivirá alrededor de 4 años. Allí se hace profesor de la Universidad Popular y milita en el Partido Comunista Costarricense, también se hace director del diario del partido, Trabajo. Esta inserción en el comunismo le es preocupante a sus compañeros de ARDI, partido del cual él se había distanciado.
Betancourt había decidido quedarse en Costa Rica hasta su regreso a Venezuela, y así fue, pues tenía una gran simpatía con el gobierno liberal costarricense y donde ayuda a fundar el Partido Comunista. Sin embargo, en 1933 el gobierno de Costa Rica emite una orden de expulsión de Betancourt del país al ser fichado de comunista. Betancourt no acató la orden y vivió en la clandestinidad en ese país por el resto de su estadía.
En 1934 contrae nupcias con Carmen Valverde, de cuya unión nacerá su única hija Virginia Betancourt.
Rómulo Betancourt regresa al país el 5 de enero de 1936 luego de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez.
Regreso a Venezuela
En su llegada a Caracas se incorpora de inmediato en la actividad política. El Congreso ya había designado al general Eleazar López Contreras como Presidente provisional y luego ratificado como presidente constitucional. Si bien es cierto que López abrió un camino para la modernización de la situación política venezolana, y que además inició un régimen más democrático en el país, no le faltó recurrir en varias oportunidades a acciones autoritarias, y perseguir a sus más fuertes opositores.
En su llegada Betancourt ofrece una entrevista en la que dice que la oposición de izquierda democrática debía:
Crear un partido político de orientación democrática y de raigambre popular, para encauzar las dinámicas populares dentro de normas de acción disciplinada.
Luego de haber incursionado con los comunistas venezolanos organizados en la clandestinidad, se adhiere al naciente Movimiento de Organización Venezolana (ORVE), fundado por Alberto Adriani y Mariano Picón Salas. Se constituyó como Secretario General de ese movimiento político. Por otra parte los simpatizantes del marxismo formaron el Partido Republicano Progresista (PRP), el cual los orvistas calificaban de extremista.
En abril de ese año, los izquierdistas decidieron conformar un bloque unido, el Bloque de Abril, el cual los orvistas apoyaron. El objetivo del frente era hacer que el Congreso de la República eligiera definitivamente a López Contreras como Presidente constitucional, del cual ORVE no era partidario, sino una oposición constructiva y democrática. Pero veían como prioritario el seguimiento del hilo constitucional. Una vez legitimado López Contreras, este comienza la represión contra la oposición. Betancourt se arrepintió del acto del cual nunca estuvo plenamente confiado y asumió las culpas de haber apoyado esa decisión.
En junio del mismo año comenzó una huelga contra la aprobación por parte del Congreso de una ley de Orden Público, Betancourt participa en ella y es hecho preso por 15 días.
Para fines del año 1936, el Gobernador del Distrito Federal, Elbano Mibelli, revoca el permiso de funcionamiento de los partidos ORVE y PRP, por promover la huelga.
Luego de intentos fallidos de apelación ante la Corte Federal y de Casación, los dirigentes políticos de las mencionadas agrupaciones partidistas, deciden formar un frente único que agrupara a ORVE, PRP y al Bloque Nacional Democrático (BND) del Zulia, lo que se denominó Partido Democrático Nacional (PDN), un frente de izquierda democrática no lopecista. Betancourt resultó electo como Secretario de organización del partido. El gobierno impidió la legalización también de este último.
En marzo de 1937 el gobierno revoca definitivamente el permiso del PDN y emite inmediatamente la orden de expulsión de Betancourt y de otros 46 opositores del país, pero éste optó por la clandestinidad nuevamente, inclusive asumió otra identidad. La excusa del gobierno era que Betancourt era comunista. En los siguientes dos años y medio Betancourt establece la re-organización clandestina del PDN y asume el cargo de Secretario General de esa organización, luego de haber sido Jóvito Villalba desterrado del país. La principal tarea de Betancourt era ejecutar un plan masivo de recolección de nuevos militantes en todo el país, hecho que logró, pues en dos años ya el PDN se había consolidado como una de las más importantes fuerzas políticas del país.
El 20 de octubre de 1939 la policía lo apresa y es desterrado a Chile.
Segundo exilio
En Chile Betancourt vivió su segundo exilio, que duró menos de un año y medio. Allí gobernaba un presidente simpatizante del biografiado, Pedro Aguirre Cerda. En el país austral intensifica su producción de artículos de análisis y publicaciones acerca de la situación venezolana, también comienza en sus escritos un período de reflexión por la situación americana y mundial, ante la constante expansión del fascismo de Benito Mussolini y Adolf Hitler, de la cual Betancourt sostuvo la tesis de la unión latinoamericana e interamericana de fuerzas, en caso de alguna amenaza de invasión nazi en el continente americano.
Aún en el extranjero, Betancourt siguió constituyendo las directrices que seguían los representantes del partido pedenista en Venezuela. Fueron varias las cartas enviadas por él al presidente López, en las que apelaba a la decisión de no legalizar el partido, así donde ratifica su condición de demócrata de izquierda moderada, no comunista. En una carta a López Contreras, le dice enfáticamente:
Señor Presidente: le escribo solicitando de su gobierno la visación de mi pasaporte, para regresar legalmente a Venezuela lo más pronto que me sea posible. No creo ni siquiera necesario insistir en cuál es mi posición ideológica. Usted la conoce desde hace tiempo, y sabe que nada, absolutamente nada, me liga a la Internacional Comunista, ni al llamado Partido Comunista de Venezuela. Tengo una confesa y definida posición democrática, que no colida con el espíritu ni con la letra de nuestra Carta Constitucional.
Rómulo Betancourt
Nunca faltó el momento en el que no dejara de promocionar la doctrina de izquierda democrática integracionista del PDN. En diciembre de ese año pronuncia su discurso de visión de unión latinoamericana en el Teatro Caupolicán de Santiago de Chile. Seguido de esto, dictó varias conferencias en la Universidad de Chile y otras cumbres de partidos socialistas. Allí también establece vínculos con dirigentes del Partido Socialista Chileno, entre quienes figuraban Óscar Schnake, Salvador Allende y el derechista Arturo Alessandri. De esta manera Betancourt logró fijarse como una personalidad prestigiosa y respetada dentro de la izquierda latinoamericana.
Tras abandonar ese país en enero de 1941, los socialistas chilenos le rinden un homenaje de despedida. Pero antes de regresar a su país, permanece un mes entre Argentina y Uruguay, a fin de dictar unas conferencias en la Universidad de La Plata y la Universidad de Concepción, también recibe homenajes en ambos países.
Segundo regreso a Venezuela
El 5 de febrero llega a Venezuela, en los meses finales del gobierno de López Contreras y habiéndose cumplido el término de su expulsión. Promovió de inmediato la candidatura simbólica de Rómulo Gallegos con el fin de oponerla al oficialismo representado por Isaías Medina Angarita, que resultó electo por el Congreso en mayo del mismo año.
El 8 de marzo muere su padre, Luis Betancourt, en una carta que Rómulo le enviara a un cercano amigo le dice:
La muerte del viejo ha sido un golpe duro (...) Hay cierto acento de remordimiento en mi tristeza. El viejo ambicionó que yo fuera abogado y realizara en la vida todo cuanto él había soñado. Escogí este áspero camino, que ya es definitivo en mi vida. Y de paso lo sacrifiqué a él. (...) Nunca pude darle la satisfacción de comodidades materiales y por las preocupaciones que se me han hecho sufrió tanto. La única compensación que tuvo fue la de verme con una línea clara y recta de honradez personal y pública, traduciendo a hechos las normas de conducta que me enseñó siempre. Vivo de trabajos y preocupaciones. De un lado haciendo frente a una serie de compromisos económicos, difícil de afrontar para quién, por su posición política, no tiene facilidades de operar en un medio como éste, donde la gente teme tanto malquistarse con el gobierno. Del otro lado, el trabajo político, que en la oposición descansa sobre los hombros de muy pocos.
Rómulo Betancourt
Por otra parte, ante la congelación de respuesta alguna de parte del gobierno para la legalización del PDN, la dirigencia del partido decide conformar un nuevo partido democrático, se decide bautizarlo como Acción Democrática, y legalizado en junio del mismo año. Tras la apertura de funcionamiento pleno de los partidos políticos, Betancourt accede al cargo de Secretario General del llamado Partido Blanco. El nuevo partido fue descrito por Betancourt como democrático, policlasista, nacionalista, integrador, americanista y antiimperialista.
En el resto del gobierno medinista AD y Betancourt mantuvieron una posición moderada, pero firme ante algunos aspectos políticos y económicos que consideraban urgentes modificar, entre ellos, la diversificación de la producción nacional; la obligación a las compañías transnacionales explotadoras del petróleo venezolano a pagar una suma mucho mayor de dinero al estado venezolano, como indemnización a la actividad que realizaban desde la dictadura de Gómez en una suma mínima y no suficiente de dinero y la constitución de elecciones libres para el Presidente.
En 1944 Betancourt es electo Concejal por la Parroquia San Agustín de Caracas.
Para 1945 ya Acción Democrática se había convertido en la primera fuerza política opositora en el país. Comenzó la profundización de su doctrina desde el campo hasta la ciudad, el campesinado venezolano era el bastión más fuerte del partido. Las peticiones realizadas por la oposición de legalizar las elecciones libres no fueron escuchadas por el gobierno, lo que terminó en una insurrección en la que se involucró Betancourt, que logró derrocar al gobierno medinista el 18 de octubre de 1945.

Basado en artìculos de Wikipedia

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