domingo, 26 de octubre de 2014

Reformular la socialdemocracia europea

EL gran mérito de Manuel Valls ha sido reconocer que la izquierda francesa y la europea en general necesitan una renovación ideológica de envergadura. Sus correligionarios españoles se equivocan al negarse a escuchar esta advertencia del primer ministro francés, que está arrastrando las contradicciones entre una doctrina anquilosada en un mundo que hace tiempo que dejó de existir y los problemas que las sociedades europeas afrontan en un planeta globalizado. Valls se ha dado cuenta de que el lastre ideológico del socialismo no salvará a la economía francesa. Sus críticos no son capaces de exponer una alternativa razonable más allá de culpar de sus males a la canciller alemana.
Pero cambiar de nombre un partido no es la garantía de nada, como se ha visto en Italia. Si acaso, podría servir para confirmar públicamente el mensaje de que esa renovación interna se ha producido. Es decir, para modernizar a la socialdemocracia no basta con cambiar el envoltorio, se necesita también poner al día las ideas que hay dentro de una corriente política que tuvo una importancia primordial en la organización del Estado del Bienestar, pero que ahora ya no tiene respuesta para la pregunta esencial de cómo garantizar la supervivencia de los servicios sociales y hacer más competitiva la economía.
Peor aún, el fracaso del socialismo clásico está siendo el caldo de cultivo para el crecimiento del populismo –de extrema derecha en Francia, de extrema izquierda en España–. Por desgracia, por ahora lo único que han sabido hacer los socialistas es caer en la trampa de legitimar las ideas de los que quieren acabar con el sistema democrático, que es exactamente lo contrario de lo que se necesita.

Tomado de: -http://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/20141025/sevp-reformular-socialdemocracia-20141025.html

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