...«El mundo de Gallegos es el de una historia inconclusa perpetuamente
postergada por el crimen. Es también el mundo de las respuestas imaginables a
esa barbarie»...
Escritor
venezolano, n. en 02/10/1884 y m. en 05/04/1969. Novelista, cuentista y
ensayista, educador y maestro, tuvo destacada actuación política en su país,
alcanzando la Presidencia de la República en 1947. Fue derrocado por un golpe
militar y vivió en el exilio hasta 1958.
La
publicación en Barcelona (España) de su novela Doña Bárbara (1929), una
obra considerada fundamental dentro de la literatura hispanoamericana, logró el
reconocimiento universal del autor, para luego ser traducida a innumerables
idiomas.
Esta obra forma parte importante del grupo que integran los novelistas de la
tierra, donde figuran escritores reconocidos como Ricardo Güiraldes, José
Eustasio Rivera y Alcides Arguedas.
Gallegos
había iniciado su hacer con algunos cuentos recogidos en el volumen Los
aventureros (1913), continuará con La rebelión (1922), que años más
tarde se reeditará con otros materiales similares, hasta Cuentos venezolanos
(1949), El último patriota (1957) y Sus mejores cuentos (1959).
El campo
novelístico comprende -además de Doña Bárbara- inicialmente El último
Solar (1920), La trepadora (1925), Cantaclaro (1934), Canaima,
(1935), Pobre negro, El forastero, Sobre la misma tierra (1943) y La
brizna de paja en el viento (1952). Luego de su muerte se editó Tierra
bajo los pies (1971).
La sencillez poemática que impone en Doña Bárbara, la importancia descriptiva de las costumbres rurales, la fuerza que obtiene del paisaje se conjugan con el dramatismo de sus protagonistas, verdaderos modelos que viven y se comunican con el lector. El simbolismo que logra la figura de la mujer «devoradora de hombres» es paralelo a la sabana con sus características sorpresivas de encantamiento, misterio o violencia. Es un juego que confronta la barbarie contrapuesta a la civilización ciudadana, justificando su fuerza narrativa al dar enfrentados los protagonistas-símbolos en medio de una naturaleza que estará cumpliendo los recuadros del contexto descriptivo.
Gallegos logra afirmar a través de sus obras una concisa regionalización venezolana, ambientándose sobre los llanos en Doña Bárbara y en Cantaclaro. En ella «el anillo de espejismos que circunda la sabana se ha puesto a girar sobre el eje del vértigo», dicho con las palabras del autor. «La naturaleza -sostiene el crítico Juan Liscano - jugará sus espejos deformantes y ellos reflejarán la fábula, los espantos, el prodigio». La selva junto al río Orinoco en Canaima, es muestrario de un telurismo envolvente de fábulas y espacios míticos.
“La selva es una fascinación, como el mar. El hombre se hunde en ese verdor asfixiante como si quisiera regresar al útero materno, para nacer de nuevo y ser un nuevo Adán. Tal es la aventura insólita de Marcos Vargas. Tal es la selva para él. Tal es su secreto esfuerzo, su agonía. Medirse con la naturaleza, en un rescate inmenso de sí mismo; descubrir su estatura prometeica; ser el Fundador (Liscano: La geografía..., 18-19)”.
La sencillez poemática que impone en Doña Bárbara, la importancia descriptiva de las costumbres rurales, la fuerza que obtiene del paisaje se conjugan con el dramatismo de sus protagonistas, verdaderos modelos que viven y se comunican con el lector. El simbolismo que logra la figura de la mujer «devoradora de hombres» es paralelo a la sabana con sus características sorpresivas de encantamiento, misterio o violencia. Es un juego que confronta la barbarie contrapuesta a la civilización ciudadana, justificando su fuerza narrativa al dar enfrentados los protagonistas-símbolos en medio de una naturaleza que estará cumpliendo los recuadros del contexto descriptivo.
Gallegos logra afirmar a través de sus obras una concisa regionalización venezolana, ambientándose sobre los llanos en Doña Bárbara y en Cantaclaro. En ella «el anillo de espejismos que circunda la sabana se ha puesto a girar sobre el eje del vértigo», dicho con las palabras del autor. «La naturaleza -sostiene el crítico Juan Liscano - jugará sus espejos deformantes y ellos reflejarán la fábula, los espantos, el prodigio». La selva junto al río Orinoco en Canaima, es muestrario de un telurismo envolvente de fábulas y espacios míticos.
“La selva es una fascinación, como el mar. El hombre se hunde en ese verdor asfixiante como si quisiera regresar al útero materno, para nacer de nuevo y ser un nuevo Adán. Tal es la aventura insólita de Marcos Vargas. Tal es la selva para él. Tal es su secreto esfuerzo, su agonía. Medirse con la naturaleza, en un rescate inmenso de sí mismo; descubrir su estatura prometeica; ser el Fundador (Liscano: La geografía..., 18-19)”.
En Pobre
negro, la zona barloventeña promueve un juego al confrontar castas y
sangres; mientras en Sobre la misma tierra se habla de los paisajes
goajiros, donde los personajes estarán comprometidos por sus rasgos sanguíneos
y el rigor existencial del medio circundante.
Orlando
Araujo sostiene que la obra de Gallegos «nace como una necesidad expresiva del
hombre ante el espectáculo del mundo y de sí mismo, inspirada en un tema
sentido y vivido y no en uno convencional o impuesto, realizada con imaginación
creadora más que con las excelencias de la técnica o con los rigores de la
lógica. Perdurable, ejemplar y bella, con la inmarcesible belleza del arte
verdaderos.
Para Carlos
Fuentes, Canaima es un repertorio de la naturaleza. «El mundo de
Gallegos es el de una historia inconclusa perpetuamente postergada por el
crimen. Es también el mundo de las respuestas imaginables a esa barbarie».
La historia
conmueve por las aventuras del personaje que, incorporado en la ficción, se confronta
como verídico con fuerza real y perturbadora. Escrita con una prosa llena de
sugerencias, su mundo irá renovándose para reflejar, envuelto en abismos
mágicos, una historia de planos y tiempos dispares que termina en un mito de
eterno retorno que brinda expectativas y la «sensación integral de sí mismo»
(Fuentes: Relectura, 371-372).
El cantador
de coplas, el errabundo personaje llanero centraliza en Cantaclaro la
reconstrucción de un ambiente nacional con realismo literario y podría
considerarse una secuencia donde permanece el paisaje de la tierra abierta y
tendida que había procesado en Doña Bárbara con anterioridad,
complementando la participación dentro del cuadro literario. La posición
galleguiana en Cantaclaro mostrará la lucha contra el latifundismo y la
inconformidad que le manifestara personalmente el pueblo mismo durante sus
giras por el país.
Gallegos ha
pretendido realizar, y lo ha conseguido con una magnífica perspectiva creadora,
la descripción del complejo de la existencia venezolana, en la dualidad de
hombre y ambiente, por lo que no es aventurado significar que una de las
características que con más relieve destaca en su obra es la función
sociológica de su novelística. Un verdadero testimonio de los sentimientos del
hombre, lucha constante contra el medio físico, expresión violenta y majestuosa
de la naturaleza venezolana, he aquí los ejes fundamentales de la obra
novelística galleguiana. Obra que es uno de los más legítimos orgullos de la
literatura contemporánea del país, expone una corriente que partiendo de una
narración simbólica dentro de planos realistas, irá corrigiendo su pensamiento
hasta lograr incorporar un tratamiento poético y musical como creación de
posibilidades que siguen perdurando en su hacer creador.
Bibliografia: José Ramón Medina. Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina. Monte Ávila editores. Biblioteca Ayacucho. 1995
Bibliografia: José Ramón Medina. Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina. Monte Ávila editores. Biblioteca Ayacucho. 1995
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