domingo, 17 de agosto de 2014

Tamara Díaz Pisan: Leonardo Ruíz Pineda, El Hombre -Pueblo



Cuando se disfruta de una Democracia Representativa que no quiere "representar " los sacrificios del pasado, se descubre que los mártires no existen. Es decir, que nadie ha muerto y que los sacrificios constituyen una burda mentira.
A partir de hoy, venimos a rescatar para el conocimiento de todos la "GALERÍA DE LOS INMORTALES" de Acción Democrática, en la figura de Leonardo Ruíz Pineda, nacido en Rubio, Estado Táchira el 28 de septiembre de 1916 y muere asesinado por la dictadura de Marcos Pérez Jiménez el 21 de Octubre de 1952, a la edad de 36 años. Descubre a Venezuela a los 14 años, a través de las lecturas de "Doña Bárbara" y "Canto a España", de Rómulo Gallegos y Andrés Eloy Blanco, quienes le inspiraron en su quehacer de escritor de cuentos y más tarde como periodista. Para entonces manifestó: "...aprendí por qué el arte tiene un deber social por cumplir, y aprendí a descubrir en la intimidad de la cultura una nueva y consciente dimensión en su obligación histórica, frente a la sociedad".
Ruíz Pineda, arriba a Caracas en 1933, graduándose de abogado en 1940, época en que intercalaba sus quehaceres de estudiante y político con un grupo admirable de jóvenes que escribían y caricaturizaban al régimen gomecista, ridiculizándolo bajo el signo de la risa, la crítica, el dibujo y la esperanza. Ellos eran: Job Pim, González Eíris y Leoncio Martínez, creadores y fundadores del periódico "Fantoches", para el cual colaboraba Leonardo.
Ruíz Pineda poseía un hablar fluido, simple y brillante como río paramero. Organiza estudiantes, convoca asambleas y escribe para los primeros periódicos que van a conocer el calor de la libertad. Participa activamente en la Revolución Popular de 1945, asume la Secretaría de la Junta Revolucionaria de Gobierno, gobernador del Estado Táchira, ministro de Comunicaciones, preso en la cárcel modelo en 1948 y dirigente de la resistencia.
Hombre de Acción Democrática que concibió la política como un instrumento de creación, organización y servicio. Leonardo poseía el don de mando del conductor, de espíritu celoso por la dignidad del ser humano. Venezolano integral que norma toda su vida bajo principios, valores y el estudio. Respetó la opinión ajena y los bienes ajenos. Hizo honor a sus compromisos, no vaciló ni un sólo instante en mantenerse a la altura de la misión que le correspondió. Brillante organizador del partido Acción Democrática, orador convincente, agudo en el ataque y pulcro en el estilo. Persuasivo político capaz de encender la pasión partidista y sembrar la confianza y el respeto. Se propuso movilizar no sólo a su partido, sino a toda la nación contra el despotismo. Creó una maquinaria cada vez más perfecta y eficaz, que más tarde se conocería como la "Maquinaria de Acción Democrática". El hombre se multiplicaba, era jefe y servidor.
Como Político, con "P" mayúscula, buscó la explicación de nuestros males y las fórmulas para su remedio; hizo análisis sereno, profundo y certero de la vida venezolana; señaló las causas de nuestros desastres institucionales; examinó las razones de la escasa experiencia democrática; revisó los orígenes de nuestro atraso económico; se detuvo en la tragedia rural del país; señaló la necesidad de remover las causas del drama nacional, concluyendo con una invitación a toda Venezuela a organizar una empresa para el rescate de las libertades políticas y de los derechos económicos.
Redobló esfuerzos para rescatar al partido del menosprecio que la dictadura había generado, ocasión en la que manifestó: "...que transcienda del partido el alto grado de madurez cívica, que realce las instituciones de la democracia. El objetivo de esta política debe ser un programa de grandes alientos. Que intente con seriedad y éxito la remodelación de la vida nacional para demostrar que la democracia es el medio idóneo y capaz de realizar el cambio social. Sus corazones deben sentir apasionadamente la gran empresa de reconstrucción nacional en que estamos empeñados. Una política de firmes realizaciones que garantice a los venezolanos el bienestar humano indispensable para vivir con dignidad, es la fórmula única para salvar a la democracia. No hay otra posible".
Político que no le movió los apetitos materiales del poder, ni las bajas apetencias de la venganza política. Su pensamiento y filosofía siguen tan vigentes, cuando podemos acotar: "...la vehemencia de las luchas políticas nacionales ha sido aprovechada arteramente por falsos voceros públicos para envenenar la opinión venezolana". "Yo no me acobardaré, es necesario que ellos comprendan que a nosotros nos mueve el valor espiritual que sólo las causas justas imprimen al hombre de bien". "Creo que ya es tiempo de dar término a las persecuciones entre hermanos, porque pienso que en el suelo de la patria, bajo nuestro cielo, cabemos sin estorbarnos, todos los venezolanos". "Institucionalizar la democracia es la obra por hacer".
TESTIMONIOS.Alberto Carnevali: "Como héroe nacional, su nombre ha pasado a tutelar a la ya interminable fila de vidas humanas que el pueblo ha ofrendado en la lucha por su liberación.Domingo Alberto Rangel: "Héroe de la Venezuela contemporánea".
Ramón J. Velásquez: "Ese tiempo necesitaba su héroe y lo tuvo en Leonardo".
Guillermo Sucre Figarella: "Ahora siento que es tu sangre la que se mueve en mí y que es un viejo clamor que nos convoca a todos en la noche. La sangre de Leonardo ha convocado y movido la voluntad de los venezolanos comprometidos en el propósito de ganar el futuro para la justicia social y la liberación nacional. Amó a Venezuela con pasión de enamorado y con devoción de creyente".
José Vicente Rangel: "Hoy recordamos a Leonardo. Sin falsos acentos. Sobriamente. Los hombres de todos los partidos le rendimos, en el fondo de nuestro corazón, un cálido homenaje. Como en el verso de Neruda y Miguel Hernández, también podríamos decir: "nadie te ha olvidado. Aquí te llevamos todos en mitad del pecho".
Domingo Alberto Rangel: "Leonardo es en la Venezuela de todos los tiempos, porque su ejemplo traspasará las edades. No morirá mientras haya un latido en el corazón de las masas, mientras esta tierra lleve el nombre agridulce de Venezuela. Su nombre será la bandera del triunfo. Y si volviere la agonía a apoderarse de la patria, también rondará la imagen de Ruíz Pineda marcando con su sello de heroísmo el brazo de los combatientes. En Acción Democrática le tenemos como maestro de la conciencia y del deber porque Leonardo es el alma, la cuerda vocal y el nervio del pueblo. Su flor más limpia y su timbre más alto".
Referencia: -http://notiencuentro.blogspot.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario